Robo de crudo del oleoducto Trasandino disminuyó 78%
El número de barriles robados bajó de 985 por día entre enero y marzo de 2015, a 214 por día este año.
Redacción Economía
Durante el primer trimestre de 2016 se redujo en 78% el número de barriles de crudo extraídos ilegalmente del oleoducto Trasandino, equivalente a 700 barriles por día, informó Ecopetrol en un comunicado.
Mientras que entre enero y marzo del año pasado se sustrajeron de forma ilegal un promedio de 985 barriles por día, en los mismos tres meses del 2016 la cifra bajó a 214 barriles por día, que equivale a una disminución del 78%.
El resultado es producto de la estrategia integral que desarrolla Ecopetrol desde hace año y medio con la participación de distintas áreas de la Vicepresidencia de Transporte y Logística, para hacer frente al apoderamiento de petróleo del oleoducto. Dicha estrategia incluye actividades operativas, sociales y jurídicas, apoyadas con acciones de la Fuerza Pública y la Fiscalía, dice el informe de prensa.
Las autoridades locales de Tumaco pusieron en marcha un plan de recuperación del espacio público que ha permitido demoler cinco inmuebles construidos sobre el Derecho de Vía del OTA, es decir, sobre la franja por donde pasa la tubería, que se estableció con base en autorizaciones legales para garantizar las inspecciones, los mantenimientos y la seguridad de la infraestructura.
El Derecho de Vía del Oleoducto Trasandino lo constituyen 10 metros a lado y lado del tubo, sobre los cuales está prohibido construir cualquier tipo de edificaciones, establecer cultivos o sembrar árboles de raíces profundas.
El hurto se materializa mediante la instalación de válvulas ilícitas a través de las cuales los delincuentes sustraen el crudo y lo transportan por mangueras hasta refinerías ilegales, donde es procesado de manera artesanal para convertirlo en insumo dentro del proceso de elaboración de pasta de coca.
A las pérdidas económicas por el robo del producto se suman los impactos negativos que tiene este delito sobre el medio ambiente, pues los delincuentes solo utilizan el 38% del producto, mientras que el 62% restante es desechado en suelos y ríos, generando graves problemas de contaminación en fuentes hídricas, cultivos y capa vegetal.
Durante el primer trimestre de 2016 se redujo en 78% el número de barriles de crudo extraídos ilegalmente del oleoducto Trasandino, equivalente a 700 barriles por día, informó Ecopetrol en un comunicado.
Mientras que entre enero y marzo del año pasado se sustrajeron de forma ilegal un promedio de 985 barriles por día, en los mismos tres meses del 2016 la cifra bajó a 214 barriles por día, que equivale a una disminución del 78%.
El resultado es producto de la estrategia integral que desarrolla Ecopetrol desde hace año y medio con la participación de distintas áreas de la Vicepresidencia de Transporte y Logística, para hacer frente al apoderamiento de petróleo del oleoducto. Dicha estrategia incluye actividades operativas, sociales y jurídicas, apoyadas con acciones de la Fuerza Pública y la Fiscalía, dice el informe de prensa.
Las autoridades locales de Tumaco pusieron en marcha un plan de recuperación del espacio público que ha permitido demoler cinco inmuebles construidos sobre el Derecho de Vía del OTA, es decir, sobre la franja por donde pasa la tubería, que se estableció con base en autorizaciones legales para garantizar las inspecciones, los mantenimientos y la seguridad de la infraestructura.
El Derecho de Vía del Oleoducto Trasandino lo constituyen 10 metros a lado y lado del tubo, sobre los cuales está prohibido construir cualquier tipo de edificaciones, establecer cultivos o sembrar árboles de raíces profundas.
El hurto se materializa mediante la instalación de válvulas ilícitas a través de las cuales los delincuentes sustraen el crudo y lo transportan por mangueras hasta refinerías ilegales, donde es procesado de manera artesanal para convertirlo en insumo dentro del proceso de elaboración de pasta de coca.
A las pérdidas económicas por el robo del producto se suman los impactos negativos que tiene este delito sobre el medio ambiente, pues los delincuentes solo utilizan el 38% del producto, mientras que el 62% restante es desechado en suelos y ríos, generando graves problemas de contaminación en fuentes hídricas, cultivos y capa vegetal.