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Desde ayer, a la 1:30 de la madrugada, al menos 15 municipios de Boyacá tienen problemas con el gas natural. El servicio sufrió afectaciones debido a una rotura en el gasoducto Teatinos-Belencito, una línea de apenas diez pulgadas que transporta energía limpia desde los pulmones industriales del país hasta el corazón andino.
La Transportadora de Gas Internacional (TGI) identificó la existencia de un evento de fuerza mayor, “caso fortuito o causa extraña y/o evento eximente de responsabilidad por rotura de tubería”.
La empresa, filial del Grupo de Energía Bogotá, activó su plan de contingencia. Lo mismo que en 2021, cuando el gas faltó por fallas en el campo Cusiana. Lo mismo que en 2023, cuando se suspendió el paso por Cerro Bravo por un aumento en temperatura.
La infraestructura extendida, más de 4.000 kilómetros de gasoductos, con puntos críticos que, al romperse, dejó sin gas a municipios como Duitama, Paipa, Sogamoso y Nobsa. También afectó el gas vehicular (GNV), esencial para la movilidad pública y empresarial de la región.
La situación ya está siendo atendida.
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Información Importante: 📢
— Transportadora de Gas Internacional (@TGISAESP) May 27, 2025
TGI reporta afectación de servicio de transporte de gas natural para municipios del departamento de Boyacá.
Con el fin de atender este evento a la mayor brevedad, TGI S.A. ESP, activó su plan de contingencia, el cual contempla el desplazamiento al… pic.twitter.com/D4NfumwzeB
Reservas de gas nacional
Sin embargo, el gas natural suma más aristas problemáticas. Según el informe más reciente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en 2024, Colombia contó con reservas probadas de gas natural equivalentes a 2.064 giga pies cúbicos. En pocas palabras, con el ritmo actual de consumo, hay autosuficiencia para apenas 5,9 años. Una década atrás, la cifra era el doble.
Desde 2017, las reservas de gas vienen cayendo. 2023 fue el peor año de la última década en términos de caída. Y aunque 2024 frenó la pendiente, el país ya está importando gas (más caro, a la larga), y las consecuencias se sienten en las facturas.
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Superservicios contra empresas de gas
La disputa de la Superintendencia de Servicios Públicos con las empresas distribuidoras de gas Alcanos y Vanti han sido parte de este germen, con el argumento de que las tarifas subieron entre 20 % y 50 % con presuntas irregularidades. La entidad pública ordenó a las empresas devolver los cobros injustificados. Y las empresas no se quedaron de manos cruzadas: habrá demandas.
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En el caso de la Transportadora de Gas Natural, la empresa conecta más de 1.200 municipios desde La Guajira hasta El Valle. En la práctica, depende de puntos estratégicos que, cuando fallan, paralizan la distribución.
Pero, de fondo, ¿importa la escasez de gas en emergencias como esta? En principio, sí. Un sistema con reservas menguantes es menos flexible a restablecer el servicio, debido a que las alternativas son más costosas, o están en desarrollo (como las medidas de transición energética).
Por ahora, la solución está en manos de la empresa, que desplazó a su equipo especializado para controlar la situación.
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