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Cuando el desempleo y la informalidad crecen, se hace más frecuente que los centros de estudios económicos se ocupen del tema. Fedesarrollo planteó que los niveles actuales del salario mínimo ($496.900) para la economía colombiana afectan el mercado laboral y generan informalidad.
En este sentido, Roberto Steiner, director de la entidad de investigación, manifestó que “reconocemos que el mínimo no alcanza. Pero debe reflejar de una mejor manera la realidad económica de Colombia, en términos del crecimiento y productividad”.
Agregó que inflexibilidades como el aumento del salario con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), como lo ordenó la Corte Constitucional desde 1999, han tenido efectos perversos que incrementaron la cantidad de gente que pasó del sector formal al informal, donde 2,8 millones de colombianos ganan hoy menos del mínimo.
El fenómeno también se refleja en el empleo por cuenta propia, que pasó de 28% de la fuerza laboral en 1998 a 32% en 2006, mientras el salario real (a precios de 2008) de esos trabajadores cayó de $663.282 a $525.245.
La consideración de que el salario mínimo está alto hoy frente a la realidad económica, Fedesarrollo la asocia con las distorsiones que se generaron con aumentos del IPC, entre 1998 y 2002, que en promedio fueron de 2,4% anual, mientras el PIB creció en promedio 0,5%, fenómeno que se ha extendido en el tiempo.
Steiner reconoce que si bien los mandatos constitucionales fueron bien intencionados, terminaron aumentando los niveles de informalidad. Y que a ello se suman los altos costos de impuestos y parafiscales sobre la nómina, con lo cual se generan inflexibilidades que se deben revisar en la política laboral del país.
Por Redacción Negocios
