San Andrés, conectada

Amy Nelson Archbold viste un overol azul oscuro y una camisilla blanca. Lleva casco de construcción y guantes. Suda sin cesar. Está en San Andrés, en el sector de Schooner Bight donde se está construyendo la estación que controlará el cable submarino de fibra óptica, el proyecto que le llevará a la isla un servicio de internet de alta calidad.

La mujer, de 29 años, está encargada de la limpieza en la obra. Habla un inglés limpio y fluido. Se graduó de secretariado general y es bailarina profesional. Nunca ha manipulado un computador y de internet sabe apenas lo que le cuentan sus hijos Ashly y Ashuan. “¿Qué quiero hacer cuando tengamos internet? Enseñar inglés”, dice y enfatiza que el cable “nos conectará con el mundo”.

La comunidad de Schooner Bight ve en aquella estación la materialización de un proyecto del que el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) está hablando desde hace tres años: un cable que permitirá que la calidad y el precio de la internet sean siete veces mejor.

 “San Andrés tiene el peor servicio de banda ancha de todo el país —aseguró el ministro de TIC, Daniel Medina, en un foro en San Andrés—. Por ejemplo, en Atlántico la banda ancha en promedio es de 1,6 MB. En la isla la velocidad es de menos de 200 KB (siete veces menos que en Atlántico)”. Para diciembre de 2008 el promedio de suscriptores con acceso a internet en Colombia era de 91,67% y el de la isla llegaba apenas al 27,09%.

Ninosthka Hudson está en el auditorio del Hotel Sol Caribe escuchando al ministro Medina. La mujer alta, de risa enérgica, es tutora virtual de inglés en el Sena. Sus cuentas sobre el precario servicio de internet en la isla son las siguientes: San Andrés tiene más de 60 mil habitantes (censo de 2005) y en todo el territorio hay sólo 150 conexiones con banda ancha. Ni ella ni los 480 tutores que se dedican a enseñar el idioma tienen acceso a esos puntos. “Son para los más adinerados y sus hijos”, dice Ninosthka.

El barco que instalará el cable submarino salió hace unos días de Canadá y está en tránsito hacia Francia, donde recogerá el cable. Pasarán 20 días para que éste arribe a Cartagena, donde tendrá que cumplir unos requisitos legales, y luego partirá a Tolú para comenzar la instalación del cable. El recorrido desde allí hasta San Andrés demorará unos 40 días (ver gráfico). En septiembre San Andrés tendrá cable.

Habrá posibilidades de negocios en el sector de los call center. La internet será una plataforma para el turismo. Los niños sueñan con ver películas en la red y los adultos con conectarse al mundo.

Amy Nelson Archbold viste un overol azul oscuro y una camisilla blanca. Lleva casco de construcción y guantes. Suda sin cesar. Está en San Andrés, en el sector de Schooner Bight donde se está construyendo la estación que controlará el cable submarino de fibra óptica, el proyecto que le llevará a la isla un servicio de internet de alta calidad.

La mujer, de 29 años, está encargada de la limpieza en la obra. Habla un inglés limpio y fluido. Se graduó de secretariado general y es bailarina profesional. Nunca ha manipulado un computador y de internet sabe apenas lo que le cuentan sus hijos Ashly y Ashuan. “¿Qué quiero hacer cuando tengamos internet? Enseñar inglés”, dice y enfatiza que el cable “nos conectará con el mundo”.

La comunidad de Schooner Bight ve en aquella estación la materialización de un proyecto del que el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) está hablando desde hace tres años: un cable que permitirá que la calidad y el precio de la internet sean siete veces mejor.

 “San Andrés tiene el peor servicio de banda ancha de todo el país —aseguró el ministro de TIC, Daniel Medina, en un foro en San Andrés—. Por ejemplo, en Atlántico la banda ancha en promedio es de 1,6 MB. En la isla la velocidad es de menos de 200 KB (siete veces menos que en Atlántico)”. Para diciembre de 2008 el promedio de suscriptores con acceso a internet en Colombia era de 91,67% y el de la isla llegaba apenas al 27,09%.

Ninosthka Hudson está en el auditorio del Hotel Sol Caribe escuchando al ministro Medina. La mujer alta, de risa enérgica, es tutora virtual de inglés en el Sena. Sus cuentas sobre el precario servicio de internet en la isla son las siguientes: San Andrés tiene más de 60 mil habitantes (censo de 2005) y en todo el territorio hay sólo 150 conexiones con banda ancha. Ni ella ni los 480 tutores que se dedican a enseñar el idioma tienen acceso a esos puntos. “Son para los más adinerados y sus hijos”, dice Ninosthka.

El barco que instalará el cable submarino salió hace unos días de Canadá y está en tránsito hacia Francia, donde recogerá el cable. Pasarán 20 días para que éste arribe a Cartagena, donde tendrá que cumplir unos requisitos legales, y luego partirá a Tolú para comenzar la instalación del cable. El recorrido desde allí hasta San Andrés demorará unos 40 días (ver gráfico). En septiembre San Andrés tendrá cable.

Habrá posibilidades de negocios en el sector de los call center. La internet será una plataforma para el turismo. Los niños sueñan con ver películas en la red y los adultos con conectarse al mundo.