
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Uno de los principales problemas del manejo de residuos en las ciudades es que no hay suficiente información medible sobre los procesos que se llevan a cabo, esto se debe, en buena parte, a que los actores que hacen parte de la cadena, como los generadores de residuos, los recuperadores del material aprovechable y las empresas que lo transforman o destruyen, suelen estar desconectados entre sí.
Pensando en la necesidad de poder trazar estos procesos, Julián Bernal y Ricardo Macías desarrollaron un software capaz de hacer seguimiento a la gestión de residuos de las compañías y almacenar dicha información para que esté a su disposición. Esa es la promesa de valor del Grupo Ciclos, su empresa, que provee la tecnología y conecta a grandes firmas con recicladores de oficio, asegurando a los últimos mejores condiciones de trabajo y ayudando a su formalización.
“El objetivo era poder capturar la mayor cantidad de información de calidad para entregarla a los tomadores de decisiones. En ese proceso nos dimos cuenta de que todo esto se llama economía circular”, cuenta Bernal, CEO de Ciclos.
Lea también: Transformando vidas a través del cacao
Según el directivo, ecólogo de profesión, ofrecen una suscripción mensual a las empresas con indicadores de impacto para que puedan generar reportes de sostenibilidad, conocer su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y tener cifras concretas en materia de responsabilidad social empresarial. La plataforma también está disponible de manera gratuita para coordinar la recogida de residuos y posibilitar su venta, tratamiento o destrucción.
¿Cómo se pueden recopilar datos en terreno de una labor que suele ser tan informal? De acuerdo con Bernal, el software se apoya en una aplicación móvil para los recuperadores del material que puede mostrar su posición geográfica por medio de GPS.
“Creíamos que no iban a tener datos o un smartphone, hasta que vimos que programaban sus rutas con Google Maps”, cuenta Bernal. “En la herramienta, transformamos sus vehículos en centímetros cúbicos para que sepan cuánto deben recolectar para estar completamente llenos”, añade.
Hoy su plataforma permite conectar a la cadena de valor asociada a la gestión de todo tipo de residuos, incluyendo plásticos, orgánicos aprovechables, residuos de construcción y demolición, peligrosos, entre otros. Es utilizada por 25 empresas e incluye más de 600 puntos de recuperación. Además, ya trabajan con 25 recicladores de Bogotá, que se pasaron al mundo digital.
Recuperadores Circulares
José Miguel Salcedo es el primer reciclador de oficio que se involucró con Ciclos. Se dedica a este trabajo desde hace 7 años, pero fue gracias a Bernal que formalizó su propia microempresa en 2019, llamada Recuperadores Circulares. Asegura que esto ha contribuido no solo a mejorar sus condiciones de trabajo sino a tener la credibilidad de las compañías que los contratan.
“Antes era estar en la calle al rayo del sol, con lluvia y mirando muchas veces la indiferencia de la gente -le dijo Salcedo a El Espectador-. Ahora nos tratan como una empresa, tenemos nuestro seguro social, pagado por nosotros, ARL , EPS, caja de compensación y el horario laboral es más corto”.
Bernal agrega que buscaban que el reciclador no fuera sólo un actor logístico, sino que pudiera tener una empresa legalmente y contratar con firmas que generan toneladas de residuos. Estas, además, se adaptan para entregarlos separados y limpios, por lo que los trabajadores se exponen menos.
El piloto en el que participaron Salcedo y su socia Ayda Chinoy fue posible gracias a alianzas con empresas como Cruz Verde, que compra, almacena y comercializa productos de salud y bienestar. La compañía, de origen chileno, creyó en el proyecto de Ciclos y vinculó a Recuperadores Circulares en su programa de reciclaje y manejo de residuos.
“Ha sido un proceso en el que todos hemos aprendido. Tanto nosotros de las necesidades de los recuperadores, como ellos de las nuestras”, asegura Claudia Sterling, vicepresidenta legal y de asuntos corporativos de Cruz Verde. “Aprovechar el material a través de este tipo de alianzas no sólo salva agua y árboles o ahorra electricidad, sino que, principalmente, salva vidas”, añade.
Actualmente, Cruz Verde trabaja con seis personas que se dedican a recuperar plástico, cartón, papel, madera e icopor, lo que se ha visto traducido en mejores indicadores para la empresa.
Según sus cifras, desde 2019 hasta agosto de este año han recuperado el equivalente a 3.340 árboles, han ahorrado el consumo de 53 millones de litros de agua y han dejado de emitir a la atmósfera 755.034 kilogramos de CO2. Estos indicadores, ahora medibles, les valieron un reconocimiento de la ANDI.
En cuanto a los recuperadores, de acuerdo con cálculos de Ciclos, las horas de trabajo pasaron de catorce a cuatro o seis, además, hoy manejan entre diez y quince toneladas de residuos mensuales y ganan hasta $5 millones.
Tanto Bernal como Salcedo esperan vincular a otros recicladores en estas cadenas de valor. De hecho, Ciclos está desarrollando una plataforma para que empresas como la de Salcedo puedan reclutar a otros miembros que dispongan de vehículos. Además de beneficiar a empresas y recicladores, ambos esperan que este sea un paso importante para contribuir a mejorar la salud del planeta.
“Algo que me llevó a la recuperación de materiales fue el amor por mis hijos”, dice Salcedo. “Si nosotros los seres humanos no tomamos conciencia, las futuras generaciones no van a tener planeta”, concluye.
