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El emblemático pollo frito de Kentucky, resultado de la historia de éxito del Coronel Sanders, su creador en Estados Unidos antes de la Segunda Guerra Mundial, se está preparando a toda velocidad en tierras colombianas y ahora, tras una renovación empresarial de los inversionistas que tienen la franquicia en el país, le está apostando a una agresiva expansión comercial por estas tierras cafeteras.
“Nuestro plan de desarrollo por año es abrir entre ocho y diez restaurantes con una inversión de US$6 millones”, cuenta Jaime Gómez, gerente general de KFC Colombia y quien revela que esa estrategia está pensada “a cinco años, donde la meta es operar 60 restaurantes y todos en el país”. Los locales tendrán de 150 a 300 metros cuadrados para “que garanticen una gran experiencia. El promedio de inversión por cada uno es de US$600.000 y es importante aclarar que ya tenemos abiertos 12, por lo que para el cierre de este año aspiramos a tener 15 en total funcionando”.
Un negocio basado, entre otras variables de mercado, en cifras como las que recientemente publicaron la Federación Nacional de Avicultores, Fenavi, y la Universidad de La Salle, quienes confirmaron que los colombianos consumiendo más pollo, por encima de la carne de res. Este año la cifra llegará a los 23,8 kilogramos anuales, cuando en 2007 tan sólo se registraban 19 kilogramos por año.
La franquicia de KFC en Colombia está dividida en dos franquiciados uno en la Costa Atlántica y “nosotros, que tenemos el resto de Colombia, que es el 80%”, detalla el empresario. También recuerda que la adquisición se hizo el 1º de septiembre de 2011 y estuvo a cargo de un “conglomerado de empresas de capital ecuatoriano con la que tenemos restaurantes en Venezuela y Ecuador”.
El grupo es reconocido como KFC, pero en cuentas concretas lo que representa son varias razones sociales compuestas por accionistas ecuatorianos que en ese país manejan 17 marcas, como Juan Valdez, Pollos Gus, Menestras del Negro, una cadena de comida asiática llamada Noé, American Deli y, entre la “jugosa lista” también hay pastas como Il Capo.
“Lo que hicimos fue comprar la franquicia a quienes ya la tenían en Colombia y el anterior franquiciado se quedó con la parte de la costa Caribe. Con la negociación adquirimos 12 restaurantes en Medellín y Bogotá. Los primeros meses de operación los dedicamos a fortalecer las plantas y la operación en restaurantes, renovando la maquinaria, y los segundos seis meses a la apertura de nuevos puntos. Uno en el Centro Comercial Calima, en Bogotá, uno en Calle 110 que se abrió hace tres días y otro en el centro comercial Santa Fe, que abre en una semana”.
Dentro del plan de negocios aparecen varias capitales como Cali, pero la otra parte de la gran apuesta de negocio está en las ciudades intermedias. “Estamos analizando Villavicencio, Girardot, Ibagué y Pereira. Para 2013 iniciaremos ese plan”. Asegura que para cumplirlo, “nos hemos metido en varios proyectos de centros comerciales que están en ejecución y abren en 2013 y 2014”.
Gómez cuenta que el objetivo es lograr una expansión similar a la que tienen con KFC en Ecuador, donde ya suman 103 locales con un top of mind que supera el 70%. “En Venezuela vamos a cerrar este año con 20 KFC. Obviamente el tema de la inversión lo redujimos hasta saber cómo es el panorama”.
Un millonario crecimiento basado en lo que el Coronel Sanders institucionalizó desde los rincones de su cocina en Kentucky alrededor de 1939: un pollo frito, preparado en tiempo récord, con el toque de once especias y aromas para lograr lo que él llamó: “la receta original”.
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