Sergio Díaz-Granados:'No nos cruzaremos de brazos a la espera del TLC'

En las últimas semanas, las luces en el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo se han estado apagando más tarde de lo habitual. Las jornadas de trabajo, que en el sector público se caracterizan por finalizar hacia las 5 de la tarde, suelen estirarse hasta las primeras horas del día siguiente.

La semana pasada, por ejemplo, todas las dependencias corrieron más de lo esperado para dejar lista la rendición de cuentas que este lunes, a las 10:00 a.m., se le presentará al presidente Juan Manuel Santos, y en donde se incluyeron los últimos temas, desde las razones por las que el Congreso de EE.UU. decidió no prolongar la Atpdea (las preferencias arancelarias para Colombia como recompensa por la lucha antinarcóticos) hasta el proyecto conjunto con México, Perú y Chile para conquistar los mercados asiáticos.

Entre los pliegues de una reunión y otra, Sergio Díaz-Granados, el jefe de esta cartera, habló con El Espectador sobre sus planes para incrementar la presencia comercial de Colombia en el exterior.

Este lunes es el primer día de 2011 en que los exportadores colombianos no contarán con el Atpdea. ¿Cómo se mitigarán los posibles perjuicios?

Es una mala señal que no se extiendan las preferencias por lo menos por el tiempo suficiente que cubra la discusión de aprobación del TLC con EE.UU. Estos beneficios tienen una relación directa con la lucha contra el crimen, en la cual Colombia ha puesto una gran cuota de sacrifico y aspira a que, de la misma forma, Washington haga su parte. Lamentamos que no se extiendan. Dependiendo de lo que dure el bache sin Atpdea, evaluaremos con el sector exportador colombiano alternativas para que sus productos no pierdan competitividad en el mercado estadounidense.

¿Cuáles serían?

Depende del tiempo sin la prórroga. Si se extiende una o dos semanas, el impacto no será tan profundo como para justificar la existencia de un instrumento especial. Pero si la ausencia se prolonga por varias semanas o meses, tendríamos que tomar medidas estructurales y coyunturales para responder a esa situación. No podríamos anunciarlos cuando no hemos dimensionado la magnitud del problema. Pero un mensaje del Gobierno a EE.UU. es que no hay plan B. Esperamos que cumplan con su parte como nosotros lo hemos hecho con la nuestra.

¿El Gobierno respalda las declaraciones del embajador Gabriel Silva en el sentido de que Colombia desistirá de buscar la aprobación del TLC si ésta no se logra en 2011?

Comparto muchas de las apreciaciones del embajador Silva, con quien mantengo un contacto permanente. Pero hay un tema innegable: EE.UU. está entrando a la recta final hacia un debate presidencial, y 2012 será un año mucho más complejo para este tipo de discusiones. Preferiríamos que la aprobación se diera en fecha cierta, y mejor en 2011. Ahora, el TLC es necesario. Creo que el mensaje de fondo del embajador, y es lo que comparto, es que Colombia no se va a paralizar por la ausencia de un TLC con EE.UU. Por esa razón me he propuesto dos cosas: poner en aprobación el TLC con Canadá a la mayor brevedad posible e igualmente el de Suiza. Son dos mercados que reúnen un buen volumen de las importaciones mundiales y donde Colombia podría tener accesos preferenciales.

Nosotros hemos hecho una política comercial de abrir el país, y en la medida en que unos socios comerciales se atrasan con nosotros les dan ventajas a otros. Gran parte del mercado que tenía EE.UU. en Colombia lo está perdiendo frente a Brasil y Argentina porque hemos avanzado en nuestras relaciones comerciales con ellos. Necesitamos el TLC con EE.UU., pero eso no quiere decir que nos vamos a quedar con los recursos humanos y técnicos que tenemos esperando su aprobación.

¿Qué falta para que entren en vigencia los acuerdos con Canadá y Suiza?

Que la Corte Constitucional nos entregue los textos de las sentencias en ambos casos. Suiza está de acuerdo con aplicar inmediatamente el tratado sin esperar si Noruega e Islandia lo aprueban una vez enviemos la nota, y para eso necesitamos el fallo (Colombia suscribió en 2008 un acuerdo comercial con la Asociación Europea de Libre Comercio, conformada por Suiza, Islandia, Noruega y Liechtenstein). Ya la corte falló a favor del tratado, pero nos falta el texto de la sentencia. Por su parte, el Gobierno y el Parlamento de Canadá aprobaron el TLC. Yo esperaría que a mitad de 2011 estén listos. Y al minuto de que recibamos el texto, comenzamos el proceso de notificación y puesta en vigencia de ambos tratados.

A la par de la negativa de EE.UU. de extender el Atpdea, se logró avanzar en la negociación del TLC con Corea del Sur…

Es un tratado de la mayor importancia para Colombia. Primero, porque es un mercado de más de 40 millones de personas con un PIB per cápita por encima de US$30.000; segundo, porque es una economía importadora de bienes, muchos de los cuales producimos, con alto potencial para productos agroindustriales. Pero también tenemos sectores sensibles, como vehículos y electrodomésticos. Vamos a tomar las previsiones necesarias para que el tratado no deteriore el empleo industrial y le dé acceso a nuestros productos.

Pero también es fundamental porque marca el camino del país en Asia. Corea se convertiría en el primer país asiático con el que tendríamos un acuerdo comercial; implica, además, que nos facilite el ingreso al foro de APEC, donde se reúnen las 20 economías más grandes del Pacífico y donde queremos tener asiento para discutir asuntos futuros y presentes de esta región. Teniendo más de 1.300 kilómetros de costas y el 50% de su comercio sobre este océano, no podemos dejar de formar parte de un foro donde se toman decisiones políticas de la mayor trascendencia. A su próxima reunión en noviembre, en Hawái, necesitamos llevar avances. Aspiro a que entonces ya esté vigente el TLC con Corea del Sur y se haya avanzado con Japón en un acuerdo de complementariedad económica.

¿Habrá otros avances?

Hemos hecho una hoja de ruta para Asia que incluye todo tipo de actividades. A comienzos de año la canciller Holguín visitó Camboya y estamos coordinando una visita oficial; también hemos hablado de un memorando de entendimiento con Australia y Nueva Zelanda; a Singapur le anunciamos nuestro interés de abrir una oficina comercial conjunta con Perú, México y Chile. Ya hemos definido pilotos para otras oficinas y haremos presencia en otros mercados, como China, Japón y Corea, donde todos tenemos algo que aportar. De hecho, la semana entrante la presidenta de Proexport se reunirá en Lima con sus similares de PromPerú y ProChile para trabajar en estos avances, no sólo para la exportación de bienes sino la promoción de turismo. Muy posiblemente podamos atender ferias a las que no podemos llegar por separado porque son muy costosas.

Esta semana continuarán las negociaciones con Venezuela. ¿Cómo va ese proceso?

Tenemos tres asuntos que van de la mayor urgencia a la mayor importancia. El pago de la deuda es lo primero porque ayuda a restablecer la confianza entre los empresarios y Venezuela. Se ha avanzado pero hace falta, es algo que el Gobierno siempre ha reconocido, así que pedimos paciencia y prudencia mientras se efectúan los pagos. Se han hecho pagos por más de US$350 millones; han reconocido pagos por US$562 millones, pero todavía hay una diferencia entre lo que reconoce la Cadivi (Comisión de Administración de Divisas) y lo que llega a Colombia por la relación privada entre el exportador colombiano y el importador venezolano. Nuestra oficina comercial en Caracas está atendiendo llamada tras llamada de los empresarios que necesitan asistencia para el pago de estos dineros.

Nuestro segundo objetivo es restablecer el comercio. Buscaremos que no haya ningún acto de discriminación contra el producto colombiano cuando se oficialice la salida de Venezuela de la CAN (Comunidad Andina de Naciones) en abril. Hemos estado en permanente contacto con las autoridades venezolanas para facilitar los certificados de importaciones. Y el tercero, es el piso jurídico a partir de ese momento, en el que aspiro a tener un documento que nos permita organizar la relación binacional de la mejor manera. Venezuela tomó la decisión de retirarse de la CAN e irse a Mercosur. Hoy tenemos un acuerdo de complementación con ese mercado y lo estamos perfeccionando. A mí me interesa poner una persona de tiempo completo en la secretaría de Mercosur en Montevideo para analizar cómo podemos tener mayor complementariedad con ellos.