“Sostenibilidad no es opuesto de desarrollo económico”

La industria del cemento, según la Universidad de Cambridge, es responsable de cerca del 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. Por esa razón, no es gratuito que sea un sector que sienta la obligación de adelantar estrategias, no solo para mitigar los impactos de producción, sino para prevenirlos.

Por esa razón, en 1999 el World Business Council for Sustainable Development empezó a rastrear las prioridades del sector en esa materia, motivo por el cual creó la Iniciativa de Sostenibilidad en el Cemento (CSI, por sus siglas en inglés). Esta plataforma reúne a 23 compañías cementeras que operan en más de 100 países, que representan el 60% de la producción mundial, y que se dan cita una vez al año para compartir estrategias de buenas prácticas.

“Este es un evento extraordinariamente poderoso”, dijo Jorge Mario Velásquez, presidente de Argos, integrante del CSI y que sirvió de anfitriona para la octava versión del foro de esta organización, en la que participaron 80 representantes de 30 países. El tema central fue la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas.

En ese sentido, Argos asegura haber reducido en los últimos cinco años la emisión de dióxido de carbono en un 27%, a través de estrategias como el coprocesamiento y combustibles alternativos, entre ellos, biomasas. “Cerca del 70% del agua que se utiliza en la preparación del concreto es reciclada”, afirma Velásquez.

Philippe Fonta, director del CSI, cree que la sostenibilidad debe hacer parte del quehacer empresarial. En ese sentido, Velásquez asegura que Argos invierte cerca de US$21,5 millones en consultoría e incluso ha creado una vicepresidencia para la sostenibilidad.

“La sostenibilidad no es un cliché ni un eslogan”, dijo Fonta. “Para mejorar las condiciones y maneras que se manejan la biodiversidad y los ecosistemas tiene que haber colaboración dentro de las compañías de un mismo sector, como lo es el cemento, y con ONG y los gobiernos”, agregó.

La industria del cemento, según la Universidad de Cambridge, es responsable de cerca del 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. Por esa razón, no es gratuito que sea un sector que sienta la obligación de adelantar estrategias, no solo para mitigar los impactos de producción, sino para prevenirlos.

Por esa razón, en 1999 el World Business Council for Sustainable Development empezó a rastrear las prioridades del sector en esa materia, motivo por el cual creó la Iniciativa de Sostenibilidad en el Cemento (CSI, por sus siglas en inglés). Esta plataforma reúne a 23 compañías cementeras que operan en más de 100 países, que representan el 60% de la producción mundial, y que se dan cita una vez al año para compartir estrategias de buenas prácticas.

“Este es un evento extraordinariamente poderoso”, dijo Jorge Mario Velásquez, presidente de Argos, integrante del CSI y que sirvió de anfitriona para la octava versión del foro de esta organización, en la que participaron 80 representantes de 30 países. El tema central fue la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas.

En ese sentido, Argos asegura haber reducido en los últimos cinco años la emisión de dióxido de carbono en un 27%, a través de estrategias como el coprocesamiento y combustibles alternativos, entre ellos, biomasas. “Cerca del 70% del agua que se utiliza en la preparación del concreto es reciclada”, afirma Velásquez.

Philippe Fonta, director del CSI, cree que la sostenibilidad debe hacer parte del quehacer empresarial. En ese sentido, Velásquez asegura que Argos invierte cerca de US$21,5 millones en consultoría e incluso ha creado una vicepresidencia para la sostenibilidad.

“La sostenibilidad no es un cliché ni un eslogan”, dijo Fonta. “Para mejorar las condiciones y maneras que se manejan la biodiversidad y los ecosistemas tiene que haber colaboración dentro de las compañías de un mismo sector, como lo es el cemento, y con ONG y los gobiernos”, agregó.