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Luego de una serie de discusiones entre el Gobierno Nacional, trabajadores y empresarios, que empezaron el 4 de diciembre, el presidente Iván Duque anunció el pasado jueves que el salario mínimo para 2019 será de $828.116.
La cifra, que es lo mínimo que un empleador puede pagar a sus trabajadores dentro del marco de la ley, supuso un incremento del 6 %. Según el Gobierno, es el más alto en 25 años si se tiene en cuenta que la inflación a noviembre llegaba a 3,27 %.
Duque también informó que el auxilio de transporte subirá 10 %, es decir, que será de $8.821, con lo que la cifra final del ingreso para el trabajador quedará de $925.148.
Aunque el acuerdo se consolidó 11 días antes del último plazo que tenía el Gobierno para expedir la cifra por decreto, gremios como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de Pensionados de Colombia no lo acogieron, argumentando que la suma final no es suficiente.
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A partir de enero de 2019, alrededor de 1,8 millones de trabajadores se beneficiarán del incremento salarial. No obstante, también aumentarán las tarifas de ciertos trámites y servicios que afectan a los colombianos, como el SOAT, las multas y comparendos de tránsito, aportes a pensión, entre otros que están expresados en salarios mínimos.
El mayor incremento desde 1993
Según el Gobierno, se trata del aumento real más alto de los últimos 25 años. Si bien en años anteriores el incremento del salario mínimo ha sido mayor (para 2017 fue de 7 % y para 2009, 7,7 %), el de 2019 es el más significativo cuando se pone en relación con la inflación (IPC), pues la brecha entre el incremento salarial y la inflación del año que pasó es más grande. Esto quiere decir que los colombianos tendrán un mejor poder adquisitivo.
¿Afectará la generación de empleo?
Según un estudio del Banco de la República, los aumentos del salario mínimo suelen disminuir la creación de empleos e incentivan la informalidad, pues representan un alto costo para las pequeñas y medianas empresas (pymes), las mayores generadoras de empleo en el país.
“Un aumento de 1 % en el costo de la nómina por cuenta del incremento del salario mínimo podría destruir 18.000 puestos de trabajo formales en tres meses”, indica el documento.
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Al respecto, Rosmery Quintero, presidenta de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) reconoció que algunos microempresarios tendrán que disminuir la contratación de personal, sin embargo, también aseguró que el gremio ya tenía previsto un incremento sustancial del salario mínimo.
“Estábamos preparados. Tenía dentro de mi presupuesto un escenario del 5 %. Además, nuestro segmento es muy estable, no hay una tendencia a despidos masivos”, aseguró Quintero.
Lo que realmente preocupa a las pymes, según Quintero, es que se ponga en marcha el proyecto de ley que propone el pago de una nueva prima extrasalarial para los trabajadores que ganen menos de tres salarios mínimos.
La iniciativa, impulsada por el senador Álvaro Uribe, del Centro Democrático, busca compensar el efecto del costo de la canasta familiar en la población ocupada de menos ingresos. Según la ministra de Trabajo, Alicia Arango, el asunto queda exclusivamente en manos del Congreso de la República.
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