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“En la mañana de hoy (miércoles) el Banco de la República, rompiendo sus reglas tradicionales, abrió un cupo especial para las firmas comisionistas de bolsa, un cupo de liquidez, aceptando como respaldo no de títulos de deuda pública, sino de deuda privada, que son los que están en poder de la firma comisionista. De esa manera lo que buscamos es anticiparnos a problemas que se puedan presentar, relacionados con estrechez de cupos de liquidez o cierres de contraparte que puedan afectar a las otras firmas”.
La declaración, contundente, la hizo Gerardo Hernández, superintendente financiero, momentos después de soltar una de las noticias económicas más complicadas de 2012: la liquidación forzosa de Interbolsa SCB, la firma más grande del país, con una masa de clientes que supera los 50.000. La caída de un grande a la que se asomaron decisiones de hondo calado.
Que es un caso particular y no del mercado. Que se trata de una mala administración que no supo tomar las decisiones correctas. Que no habrá un efecto contagio en las demás firmas del negocio. Que no se deben crear alarmas en donde no las hay. Esas han sido las posturas que circulan desde el pasado jueves, cuando se anunció la intervención. Pero también han surgido los que opinan que la decisión que tomó el Emisor responde a que el sector privado bancario les ha venido cerrando las puertas a las comisionistas, porque algunas de ellas, de acuerdo con rumores del mercado, tendrían problemas de liquidez.
Emilio Archila, expresidente de Asobolsa, asegura que “el tema del Banco de la República y los cupos de liquidez es una buena noticia. Es algo que desde hace mucho las comisionistas pretendían. Eso permite que haya diferenciación entre iliquidez e insolvencia”. Y apunta que “los vínculos de Interbolsa con otras firmas no son particularmente intensos. Cuando uno mira la composición que tenía el patrimonio, estaba concentrada en repos y derivados. Y eso no está reproducida en otras firmas”.
El objetivo del Emisor, de acuerdo con fuentes de la entidad, es enviar un mensaje al mercado para que quien necesite un préstamo rápido pueda acceder hasta por $300.000 millones con un plazo de pago de 14 días, dejando como garantía los repos (ver página 4), ya sean privados o públicos. Y la buena noticia es que, por lo menos ayer miércoles, mientras se abrió el espacio para que alguna de las firmas solicitara el crédito, ninguna llamó a pedirlo.
Una exdirectiva de una de las comisionistas más grandes del mercado y que pidió reservar su nombre, refiriéndose al tema, dijo: “No podemos negar que eso afecta la confianza de la industria. Debe repetirse de manera permanente que es un caso aislado. Los inversionistas van a sentir temor frente a las demoras y trámites que tienen”.
Luego, lanzando una sospecha y de paso una advertencia para la Superfinanciera, pidió que se revise la naturaleza jurídica de los puestos de bolsa, pues se debe tener claro si ellos deben o no funcionar como una banca de inversión, que desde su experiencia, es lo que está sucediendo en Colombia y no se está controlando.
Sin embargo, sobre la mesa no hay casos en detalle y en lo que todos coinciden es en que la decisión de la Superfinanciera fue acertada y positiva, tomada con rapidez, muy a pesar de quienes dicen que los entes de control debieron actuar mucho antes. Álvaro José Isaza, presidente de la comisionista Asesorías e Inversiones, recalca que en Interbolsa “el problema original fue de liquidez. Lo que hay que solucionar es la liquidez de forma tal que se fondeen los títulos. Esto es un tema temporal, una crisis temporal en la medida en que el Emisor pueda dar esa liquidez”.
Y entonces, ¿hay otras firmas con problemas de liquidez o no? “Por eso fue tan importante que el Banco de la República abriera esos cupos de liquidez. Si las entidades llegaran a tener problemas, pueden acceder a recursos extraordinarios del Emisor. Tiene la posibilidad también de los recursos extraordinarios del Fondo de Garantías de las Sociedades Comisionistas de Bolsa, Fogacol, que es de la BVC. Uno espera que eso ayude a contener cualquier situación por parte de las firmas”, acuñó el superfinanciero Hernández, lanzando una decidida advertencia: “Estamos preparándonos para todos los escenarios”.