
Hace una década el mercado nacional no le apostaba a este nicho. / Cortesía
En 2003, Laura Agudelo subió de peso y dejó de encontrar ropa a su medida. Empezó a comprarla en supermercados y se enfrentó con un problema: la curva de tallaje. “Me pasaba que me quedaba buena la XL en unas marcas, pero en otras no. Me di cuenta de que las tallas eran diferentes, pero la gente ha normalizado el tema con frases como ‘en esa marca la horma es pequeña’. El problema no es la horma, es la talla, porque las marcas quieren utilizar menos tela para hacer la ropa y así ganar más dinero”, contó.
Como el mercado colombiano no le...

Por Lucety Carreño Rojas
Comunicadora social de Uninpahu, vinculada a El Espectador desde 2016. Periodista de moda y negocios. Directora de El Hilo, el formato audiovisual de moda de EE.@LucetyClcarreno@elespectador.com
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