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La inestabilidad política peruana y la ya conocida incertidumbre por la guerra comercial entre Estados Unidos y China son algunos de los factores que, según Sergio Olarte, economista jefe de Scotiabank, han incrementado el precio del dólar.
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La tendencia no es muy diferente a la que se ha visto en los últimos meses, en los que, debido a la incertidumbre en países emergentes como Argentina, los inversionistas han perdido el apetito en este grupo de economías, al que también pertenece Colombia.
Para Marc Hoffstetter, profesor de economía de la Universidad de los Andes, si bien hay elementos que “hacen ruido”, como la guerra comercial, la tasa de cambio en Colombia es volátil por cuestiones más estructurales.
Menciona, en primer lugar, la poca diversificación de la canasta exportadora colombiana, lo que “nos pone en más riesgo de que ocurran cosas en el mundo que muevan el precio de eso de lo que dependemos”, explica.
De hecho, este martes se conoció el dato de exportaciones de agosto: cayeron 11,6 %. “La baja en las exportaciones del país por la reducción en las ventas de productos minero-energéticos nos vuelve a prender las alarmas sobre la importancia de la diversificación”, expresó la Cámara de Comercio Colombo Americana (Amcham), a través de un comunicado.
La Amcham agregó: “Seguimos siendo exportadores de excedentes o pensando sólo en el beneficio por una tasa de cambio alta”. Pese a que es evidente que los ganadores en esta coyuntura pueden ser los exportadores, la Cámara de Comercio llama a trabajar en una “cultura exportadora”.
Hoffstetter añade dos factores que están relacionados. Primero, el déficit externo, que “nos pone en la punta del nerviosismo de los mercados cuando las cosas se mueven”. Dicho déficit, agrega, “tiene detrás un déficit del gobierno que es más grande que lo que las cifras sugieren”.
Finalmente, para el académico, en la ecuación que lleva a que nuestra tasa de cambio sea más volátil que la de economías pares con baja inflación entra el hecho de que el Banco de la República “se tomó en serio el tema de que la tasa de cambio hay que dejarla flotar sin que el banco intervenga”.
Así, predecir si este miércoles se romperá el techo de los $3.500 puede ser aventurado. Podría ser más preciso decir que este comportamiento sigue la tendencia a la volatilidad que ha caracterizado a la tasa de cambio, sobre todo en los últimos meses.