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Mover carga en Colombia es hoy más caro que hace un año. El Índice de Costos del Transporte de Carga por Carretera (ICTC), del DANE, aumentó 8,59 % en junio de 2025, casi tres veces más que el registrado el mismo mes de 2024 (3,05 %).
En un sector altamente dependiente al diésel y los peajes, la factura sigue engordando por los mismos rubros de siempre: combustibles, mano de obra y las casetas.
El crecimiento de 8,59 % anual de costos operativos es altamente perjudicial para mover carga en un país dependiente a este modo de transporte, ya que aumenta las tarifas de fletes, con márgenes más estrechos para los transportadores y, eventualmente, una cadena inflacionaria que puede escalar desde las tractomulas hasta los anaqueles de los supermercados.
Pese a ello, el sector ha mantenido niveles de carga positivos, lo que se traduce en más mercancías transportadas. Durante el primer semestre se movieron más de 70,99 millones de toneladas de carga sólida, un aumento de 3,8 % frente al año pasado, de acuerdo con el Registro Nacional de despachos de Carga.
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¿Qué disparó los costos?
Según el informe del DANE, el combustible fue el primer culpable, con una variación de 12,81 % anual. Es decir, cuatro puntos por encima del alza general de 8,59 %.
Asimismo, el costo de la mano de obra aumentó 10,29 %, y los peajes, un dolor crónico del sector, subió 13,68 % frente a junio de 2024.
Los insumos apenas se elevaron 1,29 % anual.
En general, los costos fijos y peajes subieron 7,62 %, mientras que partes, piezas y mantenimiento lo hicieron en 3,73 %.
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Contraste sobre ruedas
En junio de 2024, los combustibles apenas crecieron 2,15 % anual, y el peso de la inflación recaía sobre los peajes (13,77 %) y la mano de obra (7,46 %).
Hoy, con un alza sostenida en el precio del diésel, impulsada por el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) y la presión fiscal, el combustible ha retomado el papel protagónico.
En lo corrido del año, el índice ha subido, en general, 3,96 %, mientras que en el mismo corte del año pasado había subido 3,85 %.
Miles de millones de pesos en sobrecostos que, aunque no se vean, golpean al 80 % de la carga del país.
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El desmonte del subsidio al diésel
Para suavizar los efectos del desmonte del FEPC, el Ministerio de Hacienda anunció un proyecto de decreto en la que establece que los vehículos particulares, diplomáticos y oficiales (como automóviles, camionetas, camperos y cuatrimotos) paguen el combustible al precio de paridad internacional, es decir, sin subsidio.
Es decir, tendrán que pagar un precio cercano a los $15.000, mientras los camiones y tractomulas se mantendrán sobre los $10.500.
Esto permitiría un ahorro de $386.700 millones de un fondo que, para este año sumaría $8 billones de gasto público.
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