Tres firmas colombianas que tienen el sello del MIT

El Espectador habló con las empresas que participaron en el programa de emprendimiento G-Lab, una iniciativa de la prestigiosa institución que conecta a estudiantes de su escuela de negocios con 'startups' en países emergentes.

Valeria Cortés Bernal.
25 de febrero de 2020 - 10:04 p. m.
Los estudiantes del MIT Nadim Hachem, Tassuda Sirilerkpipat, Divya Sohal y Nick S. Hong acompañan a Camilo Montañez (centro), líder de experiencia de cliente de Zinobe. 

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Los estudiantes del MIT Nadim Hachem, Tassuda Sirilerkpipat, Divya Sohal y Nick S. Hong acompañan a Camilo Montañez (centro), líder de experiencia de cliente de Zinobe. / Cortesía.

Las empresas Zinobe, Vueltap e Imaginamos hoy pueden decir que fueron asesoradas por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), uno de los centros educativos más prestigiosos del mundo. Durante cuatro meses, las firmas trabajaron con estudiantes de la escuela de negocios de la institución, el MIT Sloan, quienes diseñaron propuestas y modelos para escalar sus proyectos y vivieron durante un mes en el país.

Desde el año 2000, el laboratorio de emprendimiento G-Lab, de Sloan, conecta a grupos de estudiantes de MBA con pequeñas empresas y 'startups' en países emergentes. El objetivo es que los alumnos puedan tener una experiencia real asesorando firmas en otras regiones del mundo, a la vez que las empresas participantes reciben una asesoría de primer nivel. 

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“Tener estudiantes de una de las mejores universidades es todo un lujo”, cuenta Camilo Montañez, quien lidera el área de experiencia de usuario en Zinobe. “Son personas con una capacidad analitica muy alta, su trabajo era presentarnos un modelo financiero y llegaron a un nivel de detalle al que a muchos les habría costado llegar”.

Zinobe es una empresa de tecnología financiera (fintech) que ofrece soluciones de crédito y pago para segmentos desatendidos en los mercados de consumidores y pequeñas empresas. Se asesoraron con un equipo de cuatro estudiantes provenientes de India, Corea del Sur, Tailandia y Líbano para desarrollar una tarjeta de crédito dirigida a la población no bancarizada. 

Para participar en la iniciativa del MIT, las empresas deben tener un modelo de negocio interesante, un crecimiento atractivo y plantear una necesidad o problema que quieran resolver. Después del primer filtro de la universidad, los estudiantes eligen con quién quieren trabajar. 

“Es muy interesante poder poner nuestro conocimiento a prueba en un país nuevo y con una cultura tan distinta. Se aprende demasiado”, cuenta Divya Sohal, una de las estudiantes del grupo asesor de Zinobe. “Todos provenimos de contextos diferentes, pero estábamos dispuestos a explorar el mercado colombiano”. Los estudiantes trabajaron con las firmas a distancia durante cuatro meses y visitaron Colombia en enero de este año para ultimar los detalles de sus propuestas y ponerlas en práctica. 

“En un mes aprendimos mucho sobre la industria, el mercado, el país y sentimos que podemos tener un impacto real. Fue una experiencia muy satisfactoria”, añade Nadim Hachem, del mismo equipo, y quien nunca había estado en Colombia. “Bogotá es un gran lugar, llegamos en un momento en que el clima era bueno, había buena comida y toda la gente fue muy amable con nosotros”, dice. 

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Otra firma que participó en la alianza es Vueltap, un servicio de envío, logística y mensajería que proporciona mensajeros disponibles en toda la ciudad a través de sus plataformas digitales desde 2017. De acuerdo con Camilo Arango, CEO de la startup, buscaban que los universitarios les ayudaran con estrategias de expansión y a consolidar un nuevo sistema de bodegaje en varios puntos de la ciudad. 

“Es una experiencia muy gratificante saber que se puede crecer y aprender con ellos. El programa te da visibilidad y hace que tu equipo interno esté también a los estándares del MIT”, cuenta. De acuerdo con Arango, la universidad procura que los estudiantes hayan tenido una experiencia laboral afín para poder ayudarlos.  

La tercera firma que ganó la convocatoria es Imaginamos, una empresa nacional que tiene más de trece años y diseña tecnología que pone al servicio de varios modelos de negocio, desde grandes empresas como Davivienda y Shell hasta 'startups' de base tecnológica. 

Mariajosé Satizábal, CEO de Imaginamos, cuenta que trabajó con estudiantes de Italia y España en estrategias de crecimiento. “Creo que el trabajo depende mucho del tipo de líder y la dinámica que se crea con los estudiantes. Sé que ellos tienen mentores muy estrictos que verifican la calidad de lo que están recomendando. En mi caso, el resultado fue muy aterrizado”, cuenta Satizábal.

Actualmente, más de 2.500 estudiantes han pasado por el G-Lab, asesorando 650 proyectos en más de 50 países. Según el MIT, 20 de estas iniciativas han sido en Colombia. 

De acuerdo con la empresaria, este tipo de alianzas entre instituciones como el MIT y firmas colombianas no solo ayudan a impulsar emprendimientos nacionales, también hacen que el país se convierta en un referente a nivel tecnológico y empresarial. “Tener gente del MIT trabajando con nosotros no solo es invaluable sino que pone a Colombia en el mapa y en el radar de estos jóvenes brillantes. No encantaría hacer esto cada año”, concluye. 

Por Valeria Cortés Bernal.

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