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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planteó la posibilidad de firmar un nuevo acuerdo comercial con su homólogo chino, Xi Jinping, a medida que ambas partes expresaron su optimismo de que se están logrando avances sustanciales hacia el fin de la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
"Parece que volverán rápidamente", dijo Trump a los reporteros el lunes, refiriéndose a la posibilidad de que los negociadores chinos regresen después de una semana de conversaciones sobre comercio. "Vamos a tener una cumbre de firmas, que es aún mejor", comentó, y agregó: "Nos estamos acercando mucho".
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Sin embargo, el mandatario moderó rápidamente su entusiasmo, señalando que un acuerdo "podría no suceder en absoluto".
La insinuación de Trump en una cumbre de acuerdos con Xi pone de relieve la sensación de que las dos naciones se están acercando a un acuerdo, más de siete meses después de que EE.UU. impusiera los aranceles a las importaciones chinas, lo que desató un conflicto de represalias que ha generado una nube sobre la economía global. Pero con Trump listo para celebrar otra cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, esta semana, una iniciativa diplomática en la que China jugará un papel crítico, el riesgo de un retroceso sigue siendo significativo.
"Avances sustanciales"
Durante el fin de semana, Trump dijo que ampliará el plazo para aumentar los aranceles a los productos chinos más allá de esta semana, citando el progreso en la última ronda de conversaciones que concluyó el domingo en Washington."Estados Unidos ha logrado un avance sustancial en las conversaciones comerciales con China sobre importantes problemas estructurales, incluida la protección de la propiedad intelectual, la transferencia de tecnología, la agricultura, los servicios, la divisa y muchos otros asuntos", señaló Trump en una publicación de Twitter. "Como resultado de estas conversaciones muy productivas, retrasaré el aumento en los aranceles de EE.UU. que ahora está programado para el primero de marzo".
Retrasar la fecha límite a más del doble de los aranceles estadounidenses sobre unos US$200.000 millones de productos chinos ayudará a calmar las preocupaciones de los inversionistas de que un aumento de la guerra comercial descarrile una expansión económica mundial que ya está mostrando signos de debilitamiento. La oficina del Representante de Comercio de EE.UU. planea emitir una orden formal esta semana para retrasar el alza de los aranceles.
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El optimismo mostrado por el presidente estadounidense, sumado al aplazamiento del alza de aranceles a importaciones chinas ha sido recibido con entusiasmo por Wall Street, que ha arrancado en verde la semana.
El Dow Jones de Industriales, que el viernes se anotó su novena semana consecutiva de ganancias y conseguía superar la marca de los 26.000 puntos, sumó hoy 60,14 puntos, un 0,23 %, situándose en 26.091,95 enteros.
Por su parte, el índice S&P 500 ascendió un 0,12 % o 3,44 unidades, hasta 2.796,11 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, avanzó un 0,36 % o 26,92 enteros, hasta los 7.554,46. A pesar de que todavía no hay nada palpable sobre el tablero, los analistas consideran que los inversores dan por hecho un acuerdo comercial que no debería demorarse demasiado.
Las declaraciones del morador de la Casa Blanca no sólo han tenido efecto cautivador con los inversores de Wall Street, sino que sus críticas al cartel petrolero de la OPEP han provocado una caída del 3,1 % del petróleo intermedio de Texas (WTI), que cerró hoy la cotización en 55,48 dólares el barril.
Un trino madrugador del presidente recriminaba a la Organización de Países Productores de Petróleo que los precios del oro negro "están subiendo demasiado" y le pedía que "se relaje y se lo tome con calma". "El mundo no puede aguantar otra subida de precios, es frágil", agregó el mandatario.