Trump salda cuentas con China y los agricultores pagan el precio

Productores de soja, sorgo y alfalfa se verán afectados por la guerra comercial entre estos países.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Bloomberg.
04 de octubre de 2018 - 01:37 p. m.
Cultivos en Golmud, provincia de Qinghai (China). / Bloomberg
Cultivos en Golmud, provincia de Qinghai (China). / Bloomberg
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Si bien el nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá aportó cierto alivio a los productores rurales estadounidenses, la mayor parte de la economía de la zona central todavía paga las consecuencias de la guerra comercial de Trump con China.

Lea también: Entran en vigor los nuevos aranceles de EE.UU. a China por US$200.000 millones

Veamos el caso de April Hemmes, que cultiva soja y maíz en 405 hectáreas (1.000 acres) en Iowa. Se aseguró los precios de la mitad de su cosecha de soja entre marzo y junio debido a los “rumores sobre aranceles”. Entonces los impuestos de represalia de China golpearon en julio. Ahora, conforme se pone en marcha la cosecha, las ofertas en efectivo que recibe han caído por debajo de su costo de producción.

No se molestará en tratar de vender la mitad de la cosecha cuyos precios no se aseguró. En cambio, almacenará los granos, dijo Hemmes durante una entrevista en la Cumbre de Mujeres en Agronegocios, que tuvo lugar en Denver la semana pasada. “La realidad es que quizá no tenga la oportunidad de vender eso por sobre mi costo de producción”.

Hemmes no es la única. En todo el mundo agrícola estadounidense, los productores sienten los efectos de la guerra comercial, en tanto todo, desde los damascos hasta el sorgo, es blanco de aranceles de represalia. La disputa ha exacerbado el impacto de años de precios bajos en el contexto de un exceso de oferta de cultivos. Las ganancias de los productores rurales este año caerán 13 por ciento a US$65.700 millones, pronostica el gobierno, con lo que los agricultores serán más dependientes de la asistencia.

Estos son algunos de los aspectos en que se ven afectados los agricultores:

Soja

Una de las mayores repercusiones de los impuestos chinos de 25 por ciento a las exportaciones estadounidenses de soja es la divergencia de las tendencias de precios entre los EE.UU. y exportadores rivales de Sudamérica.

La demanda de China, que busca soja de cualquier país menos de EE.UU., ya ha hecho subir la prima de las exportaciones de Brasil. Ahora, conforme ese suministro exportable comienza a agotarse, le toca el turno a Argentina de pasar a primer plano. Entretanto, los precios estadounidenses cayeron y, en muchas zonas, los precios en efectivo quedaron por debajo del nivel al que se negocian los futuros.

Sorgo

Los agricultores estadounidenses sembraron más de 2,4 millones de hectáreas (6 millones de acres) de sorgo este año. El mercado se ha vuelto muy dependiente de las exportaciones a China, donde el sorgo se usa para alimentar a las piaras de cerdos.

Los precios en efectivo del sorgo cayeron en los elevadores del Medio Oeste y los puertos del Golfo de México en los últimos meses debido a las tensiones comerciales.

Alfalfa

El valor de las exportaciones estadounidenses de heno alcanzó unos US$1.500 millones el año pasado, cuadruplicándose a lo largo de las dos décadas anteriores, en tanto China se convirtió en el principal destino de la variedad de alfalfa. Se prevé que la guerra comercial hará caer los precios 7,5 por ciento y podría reducir los ingresos de los productores de alfalfa unos US$377 millones, de acuerdo con un informe del Centro de Temas Agrícolas de la Universidad de California en Davis.

El gobierno de Trump ha tratado de moderar el impacto de los aranceles para los productores rurales, con la promesa de unos US$12.000 millones de asistencia. Pero los agricultores como Hemmes de Iowa insisten en repetir un estribillo: “Preferimos tener comercio que ayuda”, dijo la mujer.

Lea también: Argentina y Turquía especialmente vulnerables por guerra comercial China-EEUU

“Lo que me asusta es que trabajamos 35 años para llegar al mercado chino y ahora desaparece”, dijo Hemmes, que también integra la junta de directores de la Asociación de la Soja de Iowa. “Los mercados no regresan. Saber que trabajamos todos esos años y que ahora eso se pierda me resulta frustrante”.

Por Bloomberg.

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.