Túnel de La Línea lleva un avance de obras de 96 %

Imagen de archivo de las obras en el túnel de La Línea. / Mauricio Alvarado - El Espectador

El Gobierno se mantiene en la meta de que la culminación del túnel de La Línea se logrará a finales de este año, de hecho, el Instituto Nacional de Vías (Invías) destacó que la obra tiene un avance de 96 %, y que los tiempos de ejecución van según lo programado. Sin embargo, no se pondrá en operación hasta junio de 2020, una vez se instalen los equipos de monitoreo.

Según el último reporte, en el túnel de 8,65 kilómetros hacen falta la pavimentación de 1.200 metros, el revestimiento de 300 metros, la estabilización y tratamiento de la falla La Soledad y la construcción de cunetas, andenes y filtros de drenaje. "Es la primera vez que en el proyecto estamos cumpliendo con el cronograma de ejecución, el cual fue replanteado cuando comenzamos esta administración", resaltó el director de la entidad, Juan Esteban Gil.

Lea más noticias económicas: Efectos de los retrasos de Hidroituango en las finanzas municipales 

Además, hoy comenzarán los trabajos de construcción de los tres contratos adicionales que adjudicó el Invías para culminar el proyecto Cruce de la Cordillera Central, que se compone de una serie de obras (31 viaductos, 25 túneles y 3 intercambiadores) que hacen parte de la doble calzada Calarcá-Cajamarca. Las obras se extenderán hasta diciembre de 2020, pues quedaron en una ejecución de 40 % y no se había tenido ningún avance. De este trayecto ya se habilitaron 4,5 kilómetros desde Calarcá hasta la boca del túnel central.

Este proyecto, que en suma costará $2,9 billones, permitirá un importante ahorro en tiempo al reducir el trayecto de 48 a 30 kilómetros. Una vez esté listo podrá ser utilizado por los vehículos que viajan de Buenaventura a Bogotá, mientras que de Bogotá a Buenaventura estará habilitada la vía antigua, pero en un solo sentido.

Cabe recordar que tanto el túnel como las dobles calzadas estaban a cargo de la Unión Temporal Segundo Centenario, firma que perdió la concesión en noviembre de 2016. Luego de esto, se licitó nuevamente el túnel, que está en manos del Consorcio La Línea (conformado por Conconcreto y los Solarte) desde 2017, y el pasado mayo se adjudicaron también las obras complementarias en tres contratos por $620.000 millones tras recibir aval del Gobierno Nacional para disponer de los recursos a finales de 2018.

Gil aseguró este miércoles durante una visita de inspección a la zona que están comprometidos con la agilización de esta vía que permite viajar de Bogotá a Buenaventura y que es clave porque "promueve la conectividad del centro-occidente del país".

Finalmente, el Invías destacó que, para prevenir y mitigar los impactos negativos del proyecto, se implementa continuamente un plan de manejo ambiental que incluye monitoreos a la calidad del aire, tratamiento de agua residual de la construcción, medición del ruido, control topográfico y estabilización de taludes con vegetación, entre otros.

Este miércoles, por ejemplo, se llevó a cabo una jornada de arborización en la que se plantaron 100 árboles en la zona aledaña al intercambiador de Versalles. El Instituto dijo que ha invertido más de $7.500 millones por estas compensaciones ambientales.

El Gobierno le exige $1 billón al antiguo contratista

El director del Invías aseguró que tras ajustar la demanda de reconvención que la entidad interpuso contra la Unión Temporal Segundo Centenario en 2018, se pasó de exigirle a la empresa de Carlos Collins una contraprestación de $300.000 millones a una de $1 billón. Esta cifra se conciliará la primera semana de agosto en el marco de un tribunal de arbitramento. "Vamos a mostrar todos los elementos técnicos y administrativos que garanticen cómo fue la relación contractual que tuvo el consorcio con el Invías", dijo Gil.

El cálculo es producto de una estimación que comenzó la interventoría del contrato anterior y que se reforzó con un estudio especializado de 2018, en el que se verificó qué hacía falta para terminar. La nueva administración solicitó además una revisión técnica con las universidades Nacional y de Medellín, así como con el consejo consultivo de puentes de la Asociación de Ingeniería Sísmica, donde se concluyó que se necesitaban $620.000 millones para reparación, repotenciación, reconstrucción, construcción y terminación de las obras.

Al sumarle las obras no ejecutadas, costos de oportunidad y obligaciones contractuales, además de "lo que todos los colombianos hemos perdido por culpa del incumplimiento ese contrato", el Invías concluyó que el concesionario debía reconocerle al Estado $1.050.000 millones.