Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Twitter Inc. resolvió una disputa con un alto ejecutivo que fue excluido del sistema de TI de la empresa después de no responder en cuestión de horas a un correo electrónico de toda la empresa de Elon Musk preguntando al personal si estaban de acuerdo con el nuevo “Twitter 2.0″.
Sinead McSweeney, vicepresidenta global de políticas públicas de Twitter, ganó el mes pasado una orden judicial temporal que impedía que Twitter la despidiera oficialmente y fue reincorporada a su trabajo, pero no obtuvo todas las garantías que había buscado. El martes se le dijo a un tribunal de Dublín que el caso ya se resolvió.
Frank Beatty, el abogado de McSweeney, le dijo al juez Brian O’Moore en una audiencia de cinco minutos el martes que la disputa “ha sido resuelta”. No se dieron detalles sobre el trato y los abogados se negaron a responder preguntas después de la audiencia.
El personal de Twitter se ha subido a una montaña rusa desde la toma de posesión de Musk en octubre. Advirtió que Twitter está en riesgo de quiebra e instituyó lo que llamó un ambiente de trabajo “duro” después de un recorte drástico en el personal. En menos de dos meses al mando, asustó a los anunciantes, alienó a los creadores más apasionados de Twitter y convirtió el servicio de un foro para la discusión de noticias en un tema de moda en sí mismo.
En un correo electrónico del 16 de noviembre, Musk le pidió al personal que confirmara si querían permanecer en el nuevo Twitter, lo que les obligaría a ser “extremadamente duros” y trabajar “muchas horas”. McSweeney no respondió de inmediato con un sí y el 18 de noviembre se dio cuenta de que había sido bloqueada de los sistemas de TI de la empresa y tratada como si ya no trabajara allí.
McSweeney se unió a Twitter en 2012 como director de políticas públicas para EMEA. Fue ascendida regularmente y hace un año se convirtió en vicepresidenta global de políticas públicas de la empresa. Dijo que no hizo clic en Sí “debido a la falta de información y transparencia”, aunque “nunca tuvo la intención de renunciar porque amo mi trabajo y confío en mi empleador”.
Los documentos judiciales muestran que después de los intercambios iniciales entre su abogado y Twitter luego del correo electrónico del 16 de noviembre, McSweeney obtuvo las garantías necesarias de que su trabajo estaba seguro y que podía regresar. Pero cuando lo hizo el 24 de noviembre, para prepararse para una reunión ese día con el comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, no pudo acceder a las instalaciones de Twitter.
Descubrió que, a pesar de las garantías de Twitter, se había informado a la gente que ya no trabajaba allí y que alguien más ya había asumido el cargo.
“No se puede confiar en Twitter”, dijo en documentos judiciales el mes pasado, en los que solicitó una orden judicial. Musk está administrando Twitter “de una manera muy poco ortodoxa y ha estado despidiendo, recontratando y despidiendo personal sin lógica aparente”, dijo.
Twitter no respondió de inmediato a un correo electrónico enviado a su equipo de prensa.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.
