Un 'salvavidas' para el campo

Después de casi dos décadas de intentos para frenar el riesgo que corren los agricultores y productores pecuarios del país debido a las inclemencias del tiempo y las plagas, y también para sacar al campo de su inocultable atraso en materia de seguros, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural emprendió la reingeniería del modelo de aseguramiento agrícola en medio de un contexto donde está asegurado menos del 1% (45.570 hectáreas) de los cultivos, de un total de 5 millones de hectáreas cultivadas en el país.

“La meta es que lleguemos en 2014 a un 50% del área de la agricultura con seguro de depósito”, dijo Juan Camilo Restrepo Salazar, jefe de la cartera de Agricultura, quien anunció que los créditos que tomen los agricultores a través de Finagro deberán ir ligados, desde el próximo primero de enero, a un seguro para hacerle frente a riesgos naturales o biológicos. “Esta propuesta va con 60% de subsidio en el valor de las primas. Segundo, es un llamado para los gremios, quienes tienen la capacidad de tomar pólizas colectivas”, explicó el ministro.

Adicional a esto, desde enero de 2013, según la resolución 2 de 2011 del Ministerio de Agricultura, se extenderá a “los créditos destinados a la financiación de cultivos de mediano y tardío rendimiento, así como a los créditos para la financiación de las actividades de producción pecuaria”.

De acuerdo con la resolución, los intermediarios financieros deben verificar el cumplimiento del aseguramiento antes de dar un crédito a través de Finagro.

Restrepo confió en que esta propuesta jalone la llegada de nuevas aseguradoras. Compañías como Suramericana, La Previsora, DeLima Marsh, Correcol, Colpatria, Swiss Re y Munich Re, ya habían manifestado su interés por ingresar a asegurar el campo.

A su vez, Iván Darío Arroyave, secretario privado del ministro de Agricultura y responsable de la política de seguros, fue más optimista con el pronóstico de cubrimiento dado por Restrepo. “El 40% lo logramos en 2012. Tan sólo con los cafeteros se hace el 25%”.

Contó también que la aseguradora Sancor, de Argentina, ya está en firme para entrar al mercado de los seguros agropecuarios, apostándole a cultivos como arroz, maíz, algodón y café. “La intención es que el agricultor se vaya a las mejores prácticas y no vea el seguro como un costo extra”.

Explicó que se ha dado capacitación a aseguradoras, reaseguradoras y bancos como BBVA, Banco Agrario, Finagro, Davivienda y Bancolombia, para que tengan claro cómo proceder a procesar las pólizas agropecuarias.

Según contó el secretario privado, María Victoria Bejarano, presidenta de Mapfre Seguros, llamó a felicitar al ministro, asegurando que el Gobierno logró un paso histórico con la determinación.

Desde la lectura de Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), la decisión tomada por el Gobierno “es una inversión para el productor, la cual el Gobierno va a compartir en 60% porque va a ser subsidiada”. Explicó que para el primer año del plan, discutido en el interior de la Comisión de Política Agropecuaria, se determinó que se van a cubrir cultivos transitorios, y para 2013 cultivos permanentes y ganadería.

“Los gremios van a participar. Hay que estudiar la propuesta. Hay que buscar cómo disminuir todos los riesgos”, dijo el dirigente gremial.

El gremio de los arroceros (Fedearroz), presidido por Rafael Hernández, vio con buenos ojos la medida. El dirigente gremial dijo que “ese seguro ha tenido una ventaja: cubre el tema de los daños que se puedan causar por problemas fitosanitarios. El anterior cubría sequía e inundación”.

Tomar pólizas colectivas entre los arroceros es una buena idea para Hernández, aunque considera que convencer a todos los agricultores no es tarea fácil. Tampoco descartó la opción de que los agricultores acudan a seguros individuales.

Del lado de los palmicultores, el presidente de Fedepalma, Jens Mesa, dijo que la idea del Ministerio puede ser buena, aunque manifestó que un cultivo como la palma necesita un seguro que atienda riesgos propios. “Vamos a esperar si lo que se ofrece está ajustado a este tipo de cultivo”.

José Ómar Pinzón, presidente de Fedecacao, consideró interesante la opción planteada, ya que el Gobierno está acarreando el 60% de la póliza. “Tenemos que familiarizarlo con los agricultores. Que estos instrumentos sean utilizables de manera colectiva”.

Los productores de cacao, según el directivo, no pueden arriesgar todo lo que tienen debido a que cultivar este producto tiene riesgos latentes, como la monilia, una plaga que durante la temporada de lluvias puso en jaque los ingresos de los campesinos.