U. de los Andes entregó la distinción San Alberto Magno

El Comité Directivo de la Universidad de los Andes entregó este miércoles la medalla San Alberto Magno a las familias Santo Domingo y Vegalara. Esta es la primera vez que se entrega esta distinción, creada para reconocer a miembros del Consejo Superior y a personas o instituciones externas que hayan contribuido a la universidad.

En 2007, Julio Mario Santo Domingo, su esposa e hijos aportaron US$10 millones al programa “Quiero Estudiar”, creado un año antes para que jóvenes de escasos recursos pudieran acceder a la educación superior. Con ese dinero, aportado en cinco años, se estableció un fondo patrimonial para beneficiar, a perpetuidad y gradualmente, a 100 estudiantes de pregrado.

Como dijo Raquel Bernal Salazar, rectora de la Universidad de los Andes, la donación, que sigue siendo una de las más grandes que ha recibido la universidad para el programa, no solo ha beneficiado a más de 2.600 estudiantes, sino también a sus familias, comunidades y a la sociedad en general. Quiero Estudiar, que fue descrito por Julio Mario Santo Domingo como “el programa de las oportunidades”, sirvió de “ejemplo” para que muchos otros sumaran sus aportes para promover la educación y generar movilidad social.

La Fundación Santo Domingo (antes Fundación Barranquilla) también ha hecho donaciones a la universidad. Los recursos aportados en 2019 permitieron la creación del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Durante la pandemia, en 2020, la donación al Proyecto Covida permitió que la institución adquiriera un robot para extracción de ARN, con el que fue posible aumentar la capacidad de elaboración de pruebas PCR para covid-19.

Un año después, la Fundación Santo Domingo apoyó “Covida, las vacunas son de todos”, permitiendo la adquisición de tapabocas para el personal encargado de la vacunación.

Al recibir la distinción en nombre de su familia, Alejandro Santo Domingo, presidente de la junta directiva del grupo Valorem, aseguró que “la educación es el mejor y más duradero instrumento de transformación social” y que la Fundación seguirá impulsándola, bajo el entendido de que el sector privado tiene un rol fundamental.

El reconocimiento a Humberto Vegalara y su familia se debe a las importantes donaciones para educación, investigación e innovación a través del Fondo Educativo Gabriel Vegalara. Para homenajear a Gabriel Vegalara, un exitoso empresario nacido en Gigante (Huila), sus hijos crearon una beca y, posteriormente, un fondo educativo que lleva su nombre.

Entre otros aportes, en el año 1989 la familia decidió respaldar la Maestría en Administración (MBA) con la Beca Gabriel Vega Lara; en 2005 respaldó la facultad de Medicina y en 2008 entregó recursos para el programa Quiero Estudiar para la carrera de medicina.

En septiembre de 2009 se otorgó la Beca 75 Años Casa Toro, por el cumpleaños de una de las principales empresas de la familia, para un estudiante del MBA que no era de Bogotá. Esta dio origen a la Beca Regional Gabriel Vegalara que se entrega desde 2015 a una persona nacida y residente en un sitio distinto a la capital, que cumpla con los requisitos. El estudiante, una vez termine la maestría, debe volver a su región.

En 2011 la familia hizo el primer aporte para la Beca de Doctorado de la Facultad de Administración, dos años después impulsó la educación virtual, a través de Conecta-TE (Centro de Innovación en Tecnología y Educación), en 2020 realizó un aporte al proyecto Covida y en 2021 impulsó el Laboratorio Educativo Uniandes.

Además de los aportes económicos, Humberto Vegalara ha acompañado al Consejo Superior de la universidad durante 60 años, apoyando en el proceso a 18 rectores.

* El Espectador hace parte del grupo Valorem, propiedad de la familia Santo Domingo.

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El Comité Directivo de la Universidad de los Andes entregó este miércoles la medalla San Alberto Magno a las familias Santo Domingo y Vegalara. Esta es la primera vez que se entrega esta distinción, creada para reconocer a miembros del Consejo Superior y a personas o instituciones externas que hayan contribuido a la universidad.

En 2007, Julio Mario Santo Domingo, su esposa e hijos aportaron US$10 millones al programa “Quiero Estudiar”, creado un año antes para que jóvenes de escasos recursos pudieran acceder a la educación superior. Con ese dinero, aportado en cinco años, se estableció un fondo patrimonial para beneficiar, a perpetuidad y gradualmente, a 100 estudiantes de pregrado.

Como dijo Raquel Bernal Salazar, rectora de la Universidad de los Andes, la donación, que sigue siendo una de las más grandes que ha recibido la universidad para el programa, no solo ha beneficiado a más de 2.600 estudiantes, sino también a sus familias, comunidades y a la sociedad en general. Quiero Estudiar, que fue descrito por Julio Mario Santo Domingo como “el programa de las oportunidades”, sirvió de “ejemplo” para que muchos otros sumaran sus aportes para promover la educación y generar movilidad social.

La Fundación Santo Domingo (antes Fundación Barranquilla) también ha hecho donaciones a la universidad. Los recursos aportados en 2019 permitieron la creación del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Durante la pandemia, en 2020, la donación al Proyecto Covida permitió que la institución adquiriera un robot para extracción de ARN, con el que fue posible aumentar la capacidad de elaboración de pruebas PCR para covid-19.

Un año después, la Fundación Santo Domingo apoyó “Covida, las vacunas son de todos”, permitiendo la adquisición de tapabocas para el personal encargado de la vacunación.

Al recibir la distinción en nombre de su familia, Alejandro Santo Domingo, presidente de la junta directiva del grupo Valorem, aseguró que “la educación es el mejor y más duradero instrumento de transformación social” y que la Fundación seguirá impulsándola, bajo el entendido de que el sector privado tiene un rol fundamental.

El reconocimiento a Humberto Vegalara y su familia se debe a las importantes donaciones para educación, investigación e innovación a través del Fondo Educativo Gabriel Vegalara. Para homenajear a Gabriel Vegalara, un exitoso empresario nacido en Gigante (Huila), sus hijos crearon una beca y, posteriormente, un fondo educativo que lleva su nombre.

Entre otros aportes, en el año 1989 la familia decidió respaldar la Maestría en Administración (MBA) con la Beca Gabriel Vega Lara; en 2005 respaldó la facultad de Medicina y en 2008 entregó recursos para el programa Quiero Estudiar para la carrera de medicina.

En septiembre de 2009 se otorgó la Beca 75 Años Casa Toro, por el cumpleaños de una de las principales empresas de la familia, para un estudiante del MBA que no era de Bogotá. Esta dio origen a la Beca Regional Gabriel Vegalara que se entrega desde 2015 a una persona nacida y residente en un sitio distinto a la capital, que cumpla con los requisitos. El estudiante, una vez termine la maestría, debe volver a su región.

En 2011 la familia hizo el primer aporte para la Beca de Doctorado de la Facultad de Administración, dos años después impulsó la educación virtual, a través de Conecta-TE (Centro de Innovación en Tecnología y Educación), en 2020 realizó un aporte al proyecto Covida y en 2021 impulsó el Laboratorio Educativo Uniandes.

Además de los aportes económicos, Humberto Vegalara ha acompañado al Consejo Superior de la universidad durante 60 años, apoyando en el proceso a 18 rectores.

* El Espectador hace parte del grupo Valorem, propiedad de la familia Santo Domingo.

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