
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El anuncio de la compra de la canadiense Petrominerales por su coterránea Pacific Rubiales, por cerca de $3 billones, fue catalogado por los expertos como el negocio del año en el sector petrolero. Pero para Ronald Pantin, CEO de la compañía, esta transacción que debe quedar oficializada a más tardar en diciembre, significa más que eso, se trata de mejorar el desarrollo petrolero y el aumento de las reservas para espantar el fantasma de la importación de crudo en el país.
El apetito voraz de los inversionistas de la Bolsa de Valores de Colombia entre las 8:32 y las 8:35 de la mañana por las acciones de Petrominerales, fue similar al tono con el que el CEO de la compañía, anunció al país en rueda de prensa la consolidación de la compañía petrolera particular más grande del país.
"Somos la petrolera privada más grande de Colombia, en un país que no es petrolero", recalcó Pantin, quien explicó que una vez quede en firme el acuerdo de entendimiento, la empresa contará con 74 bloques de exploración y producción en Colombia y nueve bloques en Perú, donde aspiran convertirse en el principal productor en dos años.
Con la compra de su competidor Pacific adquiere el 5% de la participación en el Oleoducto Central S.A de Colombia (Ocensa) y el 9,56 % de la participación del Oleoduco Bicentenario de Colombia (OBC).
Francisco José Arata, presidente de Pacific considera que Petrominerales tiene campos importantes que sumarán barriles a las reservas de Pacific, y que con la implementación del proyecto Star, que permite duplicar la recuperación del crudo mediante el calentamiento del recurso, la compañía contribuirá a incrementar las reservas.
Los inversionistas venezolanos, que salieron de su país por la persecución del presidente Hugo Chávez, terminaron en un campo abandonado que no era atractivo por el valor del crudo, y hoy es el mayor productor del país y pese a que el contrato de concesión termina en el 2016, tienen la esperanza de obtener un nuevo contrato de Rubiales, para poner en marcha el piloto Star que tienen en plena marcha en Quifa y que hasta el momento ha permitido recuperar el crudo por la vía secundaria.