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El campus que redefinió la educación del país

En 1937, durante el primer gobierno de Alfonso López Pumarejo, el arquitecto Leopoldo Rother y el pedagogo Fritz Karsen idearon en Bogotá la primera ciudadela universitaria de América Latina.

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Redacción Vivir
14 de septiembre de 2013 - 09:00 p. m.
Así lucía el edificio de la Facultad de Ciencias en Bogotá durante la década de los 60. Son pocos sus cambios físicos externos hasta la fecha. / Cortesía Unimedios
Así lucía el edificio de la Facultad de Ciencias en Bogotá durante la década de los 60. Son pocos sus cambios físicos externos hasta la fecha. / Cortesía Unimedios
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“La expresión arquitectónica de la modernización del Estado colombiano”. Esto es lo que el campus de la Universidad Nacional, en Bogotá, debería representar para todos los estudiantes del país desde que fue levantado en 1937.

Durante su primer gobierno (1934-1938), el presidente liberal Alfonso López Pumarejo impulsó la más grande reestructuración del sistema de educación superior del país. Reformó la Universidad Nacional imponiendo un nuevo concepto de aprendizaje abierto y autónomo e invitó a los alemanes Fritz Karsen y Leopoldo Rother (quienes llegaron buscando refugio por la guerra) a integrar en un solo terreno las diferentes sedes de la institución que se encontraban diseminadas en distintos puntos de la pequeña capital.

¿El resultado? un conjunto de edificaciones que, con un nuevo lenguaje arquitectónico, impulsó la integración ideal entre las ciencias exactas y las sociales. Una ciudad universitaria que, al estilo de los campus educativos norteamericanos, incluía zonas de recreación, facultades, institutos de investigación y viviendas estudiantiles y que vista desde el aire asemejaba la forma de un búho (ver gráfico).

Pero ahora son pocos, quizá los estudiosos que están más familiarizados con la historia del conjunto de edificios, los que reconocen que esa ciudad blanca reflejó a finales de los 30 la necesaria separación de la Iglesia católica y la educación estatal, que fue la primera ciudadela universitaria en América Latina y que hasta los años 70 no estuvo rodeada por muros ni por rejas. Fueron más de 30 años en los que la creciente Bogotá, sus vendedores, amas de casa, estudiantes y oficinistas cruzaron a diario entre los bloques para llegar a múltiples destinos.

Por esas edificaciones no sólo han pasado algunas de las más importantes figuras políticas del país, como Jorge Eliécer Gaitán, Alfonso López Michelsen o Jaime Pardo Leal. Sus paredes también encierran episodios históricos tan trascendentales como la llegada de las primeras mujeres colombianas a la universidad: “De la Facultad de Derecho se graduó la primera abogada del país. En principio ni siquiera había baños para las mujeres. Cuentan que los maestros interrumpían las clases con cinco minutos de anticipación para que ellas pudieran salir del salón y entrar a los baños antes que los hombres”, dice Luis Carlos Colón, coordinador académico del doctorado en arte y arquitectura de la Universidad Nacional.

 Colón se refiere de los mismos edificios que ahora están a punto de desplomarse por falta de inversiones para conservarlos. Los mismos que tienen al rector Ignacio Mantilla gestionando ante el Congreso la expedición de una estampilla que permita regresarle al campus la postura. “La universidad no permitirá que se caigan sus edificios, sería una perdida, no sólo para la institución sino para el país”, dice Colón, consciente del reto que Mantilla tiene por delante.

Estas razones motivaron a la dirección de la Unidad de Medios de Comunicación de la Universidad Nacional (Unimedios) a impulsar un proyecto de activación y apropiación del patrimonio arquitectónico con el que pretende acercar a la comunidad universitaria a la historia e importancia de ocho estructuras físicas ubicadas no sólo en Bogotá, sino también en Medellín, Manizales y Palmira. “Más allá de contar la historia de los arquitectos que estuvieron detrás de la construcción de cada lugar, y de cómo fueron levantadas las estructuras, nos parece fundamental destacar lo que ocurrió en esos salones, las discusiones que se dieron, los debates que marcaron la historia del país”, dice el director de Unimedios, Jaime Franklin.

A través de una serie de programas radiales, exposiciones fotográficas, capítulos de televisión y artículos de prensa, el equipo de medios, unido al Ministerio de Cultura y a un grupo de reconocidos académicos de las facultades de Arte y Arquitectura y del Sistema de Patrimonio y Museos, invitarán a los interesados a reencontrarse con el legado de Alberto Wills, Leopoldo Rother, Pedro Nel Gómez, Erich Lange y Ernesto Blumenthal, cinco arquitectos que entre 1937 y 1945 materializaron en sus planos una nueva forma de pensar la educación en Colombia.

Por Redacción Vivir

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