
Los cambios sociológicos que se han producido en los últimos decenios los han convertido en una especie de adultos precoces.
Foto: Jonathan Bejarano
Nunca estamos muy seguros de cuál es la manera correcta de hablarles a los niños. ¿Falo, pipí o cigüeña? ¿Lenguaje recto o figurado? ¿Hay que hablarles en “media lengua” o articular las palabras como Dios manda? (Lea: Educar en ciencia, un modelo aún por construir en Colombia)
Como en los primeros años les hablamos de manera demasiado sencilla, tendemos a mantener ese nivel luego, cuando crecen, olvidando que su desarrollo...
Por Julio César Londoño*

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