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Al menos 300 agentes educativos (madres y padres comunitarios) del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) suspendieron sus labores desde este viernes, 14 de marzo, denunciando que desde diciembre no han recibido sueldo por su trabajo en el cuidado de los niños y niñas, y que tampoco les han girado el dinero para el funcionamiento de los jardines infantiles.
A raíz de esta situación, cientos de personas se manifestaron este viernes frente a las instalaciones de la regional Antioquia del ICBF, exigiendo el pago oportuno para los trabajadores. Además, dicen que ya no cuentan con recursos para pagarle a los proveedores de los alimentos.
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De acuerdo con Nataly Vélez, exconcejal de Medellín y defensora de la niñez, esta situación “no solo afecta a quienes desempeñan una labor fundamental en la educación y el bienestar de los niños y niñas más vulnerables, sino que también pone en riesgo la continuidad de un servicio esencial para miles de familias”.
Se estima que son cerca de 3.000 niños y niñas afectados por esta situación. Los agentes educativos anunciaron que estarán en paro indefinido, mientras que el ICBF dice que esperan llegar a acuerdos con los agentes educativos que permitan encontrar soluciones.
Otros municipios de Antioquia, como Rionegro, también se han denunciado casos similares, dicen que hay retrasos en la asignación de recursos del ICBF.
Además, hace unos días, la representante a la cámara, Erika Tatiana Sánchez, denunció en el Congreso que hay 250 mil niños y niñas sin recibir atención de los programas de primera infancia y pidió un debate de control político de carácter urgente al ICBF.
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