Luego de que el Icetex cerrara el 2024 en medio de la incertidumbre sobre los nuevos créditos y los rumores de una posible desfinanciación, ahora varios estudiantes han denunciado en redes sociales que hay un retraso en el giro de los recursos para continuar sus estudios. Otros aseguran que no han recibido el dinero del sostenimiento y un grupo más tuvo que quedar en lista de espera para acceder a un nuevo crédito, porque los cupos habilitados para este año se redujeron de 50.000 a 10.000.
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La génesis de esta situación inició a finales del año pasado, cuando el ministro de Educación, Daniel Rojas, publicó que para 2025 no se iban a destinar recursos para el otorgamiento ni la renovación de créditos educativos del Icetex. Entre los argumentos de Rojas, además de que no se había aprobado el presupuesto de la nación, estaba que no quería que los estudiantes se endeudaran y que la apuesta del Gobierno era fortalecer la educación pública. Esta decisión, como explicamos en estas páginas, iba a afectar a cerca de 200.000 estudiantes que estaban estudiando con uno de estos créditos.
Entre las denuncias, por ejemplo, está la de Angélica, una estudiante de medicina. Como contó hace unas semanas en entrevista con Noticias Caracol, durante cinco años ha financiado su carrera con recursos del Icetex y, mientras la entidad desembolsaba los recursos, la universidad la ayudó. Sin embargo, recientemente, le comunicaron que “no podía seguir estudiando hasta que no se desembolsaran los recursos de mi último año académico, que incluyen las prácticas”. Frente a esta situación, añadió, tuvo que interponer una tutela. Como Angélica, son varios los estudiantes que han señalado presentar problemas con la entidad.
Otras de las reclamaciones han girado en torno al subsidio de sostenimiento, que es un auxilio para solventar algunos gastos personales, como traslados o materiales. Este monto equivale $1.242.739 por semestre y su valor incrementa cada año con el Índice de Precios al Consumidor (IPC). “[Es] Febrero 18 y seguimos esperando por el subsidio de sostenimiento, unos de 2024 II [semestre], otros 2025 I. Su respuesta: Sujetos a presupuesto del gobierno o en su defecto, desembolso a lo largo del semestre”, es uno de los mensajes que compartió uno de los alumnos. “Promesas incumplidas y uno aquí aguantando hambre y yendo a pie a la universidad por culpa del Icetex”, señaló otro.
Los estudiantes también compartieron a El Espectador una carta que les envió recientemente la entidad en la que asegura que por la situación fiscal compleja por la que atraviesa el país, “los beneficiarios de financiación educativa que están en periodo de pago no tendrán subsidio a las tasas de interés”. Esto, en términos sencillos, se traduce en un incremento en la cuota del crédito porque el subsidio a la tasa de interés fue eliminado. De hecho, un estudiante de Barranquilla, que prefiere reservar su nombre, aseguró que, con esta medida, la tasa de interés de su crédito pasó del 10.9 % al 16.51 %.
Esta situación, dice Óscar Domínguez, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN), es inquietante, pues si bien ya fue saldada en un poco más del 90% la deuda acumulada de $400.000 millones que el Icetex tuvo al cierre de 2024 con algunas instituciones educativas, el giro de los recursos por parte del Gobierno sigue siendo demorado. Además, añade, les genera preocupación lo que está pasando con los nuevos créditos, pues sostiene que no se debe olvidar que las universidades privadas representan el 46 % de la matrícula y que el 70% de su población estudiantil corresponde a estratos 1, 2 y 3.
Al habilitar solo 10.000 cupos para 2025, añade Domínguez, “indica que el 80% de los estudiantes no contarán con esta posibilidad que venía respaldando el Gobierno”. La demora del desembolso de créditos y la reducción de los nuevos, a los ojos de ASCUN, afecta a las instituciones, principalmente en el propósito de la ampliación de cobertura que se había fijado el ministerio al comenzar el Gobierno, pues“se ha disminuido el número de estudiantes que pueden acceder a programas de pregrado y posgrado. También ha incidido en la sostenibilidad financiera de las instituciones”.
Reducción en el presupuesto del Ministerio
Para este año, además, el gobierno redujo los recursos destinados para invertir en educación, como lo confirma el decreto 1523 de 2024, donde quedó establecido el presupuesto general de la nación. En el documento, se observa un recorte del 8% en el presupuesto de inversión del Ministerio de Educación Nacional. Como explica Luz Karime Abadía, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana, si bien, el presupuesto total tuvo un aumento comparado con el asignado para el 2024, el aumento se refleja en funcionamiento.
El presupuesto del ministerio, cuenta Hernando Bayona, exviceministro de educación Preescolar, Básica y Medio y vicedecano de investigación de la Facultad de Ciencias Económicas de la U. Nacional, se divide en dos grandes bolsas. Una de ellas es el de funcionamiento, que es donde están los recursos destinados a la nómina de los maestros, los servicios públicos de las instituciones o al mantenimiento de las sedes, por ejemplo. La otra, anota, es la de inversión, donde están los recursos que se destinarán para financiar políticas públicas y programas que puedan mejorar la calidad, pertinencia, acceso a la educación o cerrar brechas.
Una reducción en esta segunda bolsa, en opinión de Abadía, es preocupante porque hay muchas “promesas de inversión, como nuevos colegios o mejora de infraestructura y sin dinero, se verán truncadas esas estrategias”. Ese 8%, aclaran desde el Ministerio de Educación, se traducirá en un traslado de recursos, principalmente en dos puntos clave: el de infraestructura, porque 88 de los proyectos que están vigentes en la actualidad ya tienen asegurados los recursos y, este punto, “pasará de recibir $800 millones a $500 millones este año”. El otro punto es el Icetex, pues, dicen desde la cartera, es una entidad que puede generar sus propios recursos y el gobierno, añaden, le apuesta a la ampliación de cupos y gratuidad en las universidades públicas.
Si bien el Icetex es una entidad financiera de carácter especial autosuficiente, es decir, es autosostenible y no depende de los recursos de la nación para su operación general, sí requiere de esta transferencia para financiar los créditos de largo plazo. Para esta operación, estima el Icetex, se necesita de, más o menos, $1,5 billones anuales que se destinan a los más de 67.000 estudiantes que cada año se suman al Programa de Créditos de Protección Constitucional.
Frente a toda esta situación, Álvaro Urquijo, presidente del Icetex, da un parte de tranquilidad. Lo primero que explica es que el Icetex no está desfinanciado y que, con corte a noviembre de 2024, registraba un activo total de $10,2 billones, una cartera neta de $8,9 billones, pasivos que ascienden a $3,7 billones y un patrimonio de $6,4 billones. También señala que la Junta Directiva aprobó para 2025 un presupuesto de $2,7 billones, que serán empleados para la renovación de los 191.995 créditos de estudiantes que están cursando su carrera, 1.679 alumnos que están en el exterior y para financiar los 10.000 nuevos créditos que se habilitarán para todo 2025.
En cuanto a las denuncias realizadas por algunos estudiantes, Urquijo manifiesta que, hasta la fecha, el Icetex ha adelantado el 98% de los giros correspondientes al segundo semestre académico de 2024 y que únicamente tiene pendiente un desembolso de $14.000 millones. Entonces, aclara que en la mayoría delos casos referidos, que son cerca de 3.336, las personas no complementan la documentación o a veces se les olvidan las fechas.
En medio de la incertidumbre por el pago de los subsidios de sostenimiento y las dudas por el subsidio a las tasas de interés, las universidades privadas adscritas a ASCUN han venido desarrollando una serie de estrategias para permitir que los estudiantes se puedan matricular. Una de ellas es la de elaborar programas de crédito de corto y mediano plazo. Pero, advierte Domínguez, “las instituciones no alcanzan a responder con la demanda de créditos dirigidos al alto número de estudiantes que los solicitan”. El Gobierno, por su parte, se comprometió a buscar un plan para solventar la disminución de créditos ofrecidos por la entidad.
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