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Nueva denuncia de abuso sexual en la Nacional: ¿cómo garantizar un campus seguro?

La reciente denuncia de una agresión sexual en los “Jueves de Freud”, un evento que se realiza hace más de 10 años en el campus de Bogotá de la Universidad Nacional, revivió un debate sobre la seguridad de estos espacios. La comunidad universitaria exige medidas para garantizar zonas seguras, mientras la institución enfrenta el desafío de equilibrar la apertura al público y la protección a sus integrantes.

Paula Casas Mogollón

20 de diciembre de 2024 - 06:22 p. m.
El “Jardín de Freud” queda cerca a los departamentos de Ciencias Humanas, Enfermería, Sociología y Derecho.
Foto: Gustavo Torrijos Zuluaga
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La Universidad Nacional denunció que en la noche del jueves 19 de diciembre se presentó una agresión sexual en su campus en Bogotá. “Tan pronto la División de Vigilancia y Seguridad evidencio la situación, brindó auxilio a la víctima y activó la ruta de prevención de violencias basadas en género”, dijo la vicerrectora de la sede Bogotá, Carolina Jiménez. Horas después, fuentes de la URI de Puente Aranda, a donde fue trasladado el presunto agresor, señalaron que la mujer se retractó y dijo que el encuentro había sido consensuado, información que fue desmentida por el Colectivo Ruda Morada, la colectiva feminista de Trabajo Social en la UNAL. “Un vigilante afirma que había una pareja en medio del Freud teniendo sexo y que la mujer parecía no consentirlo”, aseguraron en un comunicado.

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Esta situación se presentó en el “Jardín de Freud”, en la sede de Bogotá, donde se realiza, desde hace poco más de 10 años, una actividad conocida como “Aquelarre” o “Jueves de Freud”. En teoría, busca ser un espacio de esparcimiento con actividades deportivas y culturales que reúne a integrantes de la comunidad educativa y personas externas a la institución. Sin embargo, en la práctica, el evento ha recibido críticas debido al consumo de sustancias psicoactivas y de alcohol.

Aunque tomaron más fuerza después de la pandemia de covid-19, Mónica Godoy, antropóloga y maestra en estudios de género, cuenta que uno de los problemas históricos de esta actividad es el lugar donde se realiza. El “Jardín de Freud” es una zona al aire libre, alejada de los salones y baños de los departamentos de Ciencias Humanas, Enfermería, Sociología y Derecho, los más cercanos, y a donde puede llegar cualquier persona externa a la universidad. “Desde que fui estudiante, hace 30 años, el Freud se ha caracterizado por ser un lugar peligroso para las mujeres”, dice Godoy y relata que es un sitio despoblado, donde alejarte del grupo puede ser peligroso, porque “te pueden seguir y estos espacios se vuelven inseguros a altas horas de la noche”.

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De hecho, esta no es la primera vez que se denuncia un caso de abuso sexual durante los “Jueves de Freud”. En agosto de 2022, la Mesa Feminista “la Ramona” denunció una violación en contra de una estudiante, quien señaló que “se encontraban en estado de alicoramiento y se aprovecharon de que tenía un vestido”. Sobre este caso reciente, el viceministro de Educación Superior, Ricardo Moreno, solicitó a las autoridades celeridad en la investigación y acompañamiento integral; “apoyaremos las acciones correspondientes desde la Subdirección de Inspección y Vigilancia”.

Estos casos, a los ojos de Camila Esguerra Muelle, antropóloga y postdoctorada en Género, generan preocupación y reflejan un problema que, aunque lleva décadas presente en la Universidad, no es ajeno a lo que ocurre en la sociedad. Estas situaciones, comenta, “están enmarcadas en una sociedad profundamente misógina que ha normalizado la violencia sexual”.

Las diferentes rectorías de la Universidad Nacional, asegura Mery García, profesora de la Facultad de Enfermería, han tratado de tomar diversas acciones para contrarrestar este problema. Una de las que recuerda García sucedió cuando ella era representante profesoral del Consejo, en la Sede Bogotá. En esa época, según dice, lo que hoy son los “Jueves de Freud” se presentaba los viernes, “entonces se tomó la decisión de cerrar el campus temprano ese día, pero el problema se trasladó a los jueves, como lo vivimos en la actualidad”. Otra de las medidas, añade Godoy, fue la de una intervención en el Jardín Freud para evitar consumo de drogas. “Pusieron vigilancia y sembraron unas plantas. Pero el problema se movió hacia la parte del polideportivo”, cuenta.

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En la búsqueda de soluciones a esta situación han surgido preguntas que han generado intensos debates en la universidad. Por ejemplo, ¿el campus debería permanecer abierto para todas las personas o sería necesario implementar algunas medidas de restricción y seguridad? “Cuando hablamos de lo público, no sabemos si eso implica que cualquiera pueda ingresar y usar el campus. En este caso, la discusión es si también debemos proteger lo público”, reflexiona García y cuenta que este es un debate que lleva dándose en la institución hace un par de años.

Sobre este tema, Leopoldo Múnera, rector de la institución, dijo en una entrevista con Caracol Radio que las medidas tomadas en el pasado, como controlar las puertas de ingreso, no han sido de mayor utilidad. “No han servido para nada, sino para deteriorar el ambiente interno”, enfatiza. Una opinión similar comparte Jiménez, vicerrectora de Bogotá y quien ha estado al frente de este caso. Aclara que la institución, al ser pública, debe estar abierta a la sociedad, pues “no podríamos cerrar la posibilidad de habitar un espacio donde hay una oferta académica o donde se puede visitar una biblioteca. No sería justo”, señala.

Sin embargo, cuenta Jiménez, al tomar la decisión de no cerrar las puertas, la universidad se enfrenta a un gran desafío: ¿cómo generar unas condiciones para que toda la sociedad pueda disfrutar de lo que tiene el plantel, con el cuidado necesario? Esa, dice la vicerrectora, es la duda que deben resolver, pues la labor es encontrar las condiciones idóneas y efectivas para que, “sin un cierre, la comunidad interna y externa genere condiciones del cuidado colectivo”.

Entonces, ¿cuál podría ser una buena alternativa para atender este tipo de situaciones? Lo primero que advierte Godoy es que se debe promover un consumo responsable de sustancias y, basada en las experiencias pasadas, asegura que no se debe acudir a medidas de militarización del campus, ni de represión en contra de los estudiantes. “Lo que harían sería salirse del campus y empezar a tomar en los parques de alrededor. Sucederían las mismas lógicas, pero afuera de la institución”, agrega.

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Una opinión similar comparte Esguerra Muelle, quien resalta que las medidas punitivas y policivas no son las más acuciantes en estos casos y plantea que es necesario apostarle a una resignificación de ese espacio común (Jardín de Freud) y establecer nuevos acuerdos sociales respecto a cómo se habita y se usa la universidad como un común.

Entre las soluciones que ha venido aplicando la universidad desde julio, cuando el profesor Múnera asumió las riendas de la institución, está una conocida como “Los cambios del Cuidado”, que, según explica Jiménez, ha buscado generar todos los jueves unas condiciones para ocupar el campus de manera diferente. “Se ha desarrollado una oferta cultural, deportiva, artística y académica muy importante”, cuenta y, para ello, han realizado diversas alianzas, como con Ideartes o la Filarmónica de Bogotá.

En cuanto al consumo de sustancias, Jiménez dice que han empleado diversas estrategias pedagógicas que tienen como objetivo que se genere una comprensión “del impacto tanto físico como emocional que tiene en la trayectoria de vida de los estudiantes el consumo de sustancias”.

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Estos casos, en opinión del Colectivo Ruda Morada, ha despertado mayor preocupación por las violencias contra las mujeres y basadas en género que se han hecho presente en los pasillos de las instituciones educativas. La colectiva le solicita a la rectoría que los “Jueves de Freud” deje de ser “una oportunidad para que los hombres nos sigan violentando”, mientras que el pedido de las mujeres de la comunidad universitaria se sigue centrando en lo mismo: que la institución sea un espacio seguro para las mujeres.

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