“La lectura crítica sirve para desarrollar todos los aspectos de la vida”

¿Cómo ha sido la transformación del colegio desde que usted es la rectora?

Asumí el cargo en 2010. Encontré un colegio muy grande, con 3.000 alumnos, tres sedes urbanas y una rural, con una muy buena estructura, pero estancado en las pruebas externas. Llevábamos varios años sin avanzar y eso demostraba que algo no estaba funcionando como queríamos. Decidimos que lo mejor era tratar de cambiar la forma como nuestros estudiantes estaban pensando, y ahí empezamos a trabajar con la Fundación Merani. El proceso no fue fácil. (Lea también: “Los pobres de Colombia también deben tener acceso a educación de alta calidad”)

¿Por qué?

Nos costó mucho entender el modelo de lectura crítica y desarrollo de pensamiento de la pedagogía conceptual. El primer año no nos fue tan bien, pero hoy en día los resultados de las pruebas PISA for Schools son gratificantes. Tenemos todo tipo de estudiantes: 80 % son Sisbén 1 y 2, muy pocos de estrato 3. Logramos demostrar que con una inversión mínima podemos obtener mejores resultados que cualquier otro colegio privado. Nos fue muy bien en lectura y en ciencias. Superamos el promedio de países como Chile, Rumania y Turquía, que invierten muchísimos más recursos que nosotros. La educación es la oportunidad de cerrar las brechas socioeconómicas. (También le puede interesar: “El presupuesto de los colegios públicos da tristeza”)

¿En qué consiste la lectura crítica?

Es un cambio de paradigma que sirve para que los alumnos entiendan qué tipo de texto están leyendo, qué les están preguntando y para qué les sirve en la vida real. Ya no hay que dictar, ni copiar, ni hacer resúmenes; hay que aprender a interpretar, hay que ir más allá del texto. La lectura crítica sirve para desarrollar con éxito todos los aspectos de la vida.

¿Cuáles son los planes para el futuro del colegio Luis Hernández?

La idea es que todas las áreas del conocimiento manejen una misma secuencia didáctica, el mismo modelo pedagógico. Hasta informática y educación física. Los alumnos nos lo van a agradecer cuando lleguen a la universidad porque es ahí donde realmente se ve la formación en lectores competentes.

¿Cómo ha sido la transformación del colegio desde que usted es la rectora?

Asumí el cargo en 2010. Encontré un colegio muy grande, con 3.000 alumnos, tres sedes urbanas y una rural, con una muy buena estructura, pero estancado en las pruebas externas. Llevábamos varios años sin avanzar y eso demostraba que algo no estaba funcionando como queríamos. Decidimos que lo mejor era tratar de cambiar la forma como nuestros estudiantes estaban pensando, y ahí empezamos a trabajar con la Fundación Merani. El proceso no fue fácil. (Lea también: “Los pobres de Colombia también deben tener acceso a educación de alta calidad”)

¿Por qué?

Nos costó mucho entender el modelo de lectura crítica y desarrollo de pensamiento de la pedagogía conceptual. El primer año no nos fue tan bien, pero hoy en día los resultados de las pruebas PISA for Schools son gratificantes. Tenemos todo tipo de estudiantes: 80 % son Sisbén 1 y 2, muy pocos de estrato 3. Logramos demostrar que con una inversión mínima podemos obtener mejores resultados que cualquier otro colegio privado. Nos fue muy bien en lectura y en ciencias. Superamos el promedio de países como Chile, Rumania y Turquía, que invierten muchísimos más recursos que nosotros. La educación es la oportunidad de cerrar las brechas socioeconómicas. (También le puede interesar: “El presupuesto de los colegios públicos da tristeza”)

¿En qué consiste la lectura crítica?

Es un cambio de paradigma que sirve para que los alumnos entiendan qué tipo de texto están leyendo, qué les están preguntando y para qué les sirve en la vida real. Ya no hay que dictar, ni copiar, ni hacer resúmenes; hay que aprender a interpretar, hay que ir más allá del texto. La lectura crítica sirve para desarrollar con éxito todos los aspectos de la vida.

¿Cuáles son los planes para el futuro del colegio Luis Hernández?

La idea es que todas las áreas del conocimiento manejen una misma secuencia didáctica, el mismo modelo pedagógico. Hasta informática y educación física. Los alumnos nos lo van a agradecer cuando lleguen a la universidad porque es ahí donde realmente se ve la formación en lectores competentes.