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Los niños y niñas quieren volver a clases presenciales

Un sondeo a 920 niños y niñas de distintas instituciones educativas del país trata de acercarse a los deseos de los estudiantes en la pandemia.

07 de octubre de 2021 - 04:22 p. m.
Los trastornos de ansiedad en niños y niñas se agudizaron durante la pandemia.
Los trastornos de ansiedad en niños y niñas se agudizaron durante la pandemia.
Foto: Alejandra Ortiz

Sentimientos de cansancio y aburrimiento; no tener las herramientas suficientes para estudiar desde casa, escaso acceso a internet y a redes sociales como WhatsApp, así como tener que dividir el tiempo entre hacer tareas y ayudar con las labores domésticas. Estas son algunas de las conclusiones que destaca el sondeo de opinión realizado por la Fundación Barco a 920 niños, niñas y adolescentes de instituciones educativas en diferentes lugares del país; el cual  sirvió como base para analizar los retos de la educación en el gran Foro de Educación “Sentir, vivir y aprender en pandemia: la experiencia de los niños, niñas y adolescentes” realizado por la Fundación Barco, en alianza con la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.

En el evento participaron Stephanie Jones y Fernando Reimers, docentes de la Universidad de Harvard, quienes destacaron la importancia de los aprendizajes socioemocionales durante la pandemia y presentaron algunas claves para la recuperación y reconstrucción de las oportunidades educativas y el desarrollo de la resiliencia del sistema.

Durante su intervención, Fernando Reimers invitó a pensar en cómo hacer para seguir adelante y propender por el mejoramiento de la educación. Dentro de las ideas que destacó está la educación integral; la educación basada en problemas y proyectos; el rediseño del rol del profesor y de los currículos académicos; así como pensar en las escuelas como organizaciones de aprendizaje y generar más conexiones y colaboraciones entre escuelas y otras instituciones.

Resaltó además la importancia de currículos y pedagogía de alta calidad, así como una mayor preparación para lo desconocido (ambigüedad, adaptabilidad, superación supervivencia y capacidad para un aprendizaje más profundo y continuo), entre otras propuestas. (Error 404: en el corazón de los Centros Digitales del Mintic)

“Los cierres de escuelas fueron más prolongados en países donde los estudiantes tenían niveles más bajos de rendimiento educativo, medidos a través de evaluaciones comparadas como PISA (OCDE 2021). En ese contexto, profesores y administradores de la educación se vieron obligados a innovar para dar continuidad a la educación durante las interrupciones causadas por la pandemia y recuperar las pérdidas de aprendizaje resultantes de las deficiencias en las modalidades alternativas de educación, que fueron configuradas rápidamente para enseñar de forma remota.

Aunque el efecto neto de la pandemia en la educación fue negativo, también hubo algunos impactos positivos. Es importante destacar que los educadores desarrollaron una variedad de innovaciones para mantener las oportunidades educativas durante el período de suspensión de la educación presencial.”, resaltó Fernando Reimers, profesor de la universidad de Harvard, durante su intervención en el Foro.

Por su parte, Stephanie Jones, profesora también de Harvard, destacó en su intervención que los soportes emocionales y sociales son fundamentales en los procesos educativos. “Debemos establecer lugares de cuidado seguros, enseñar de manera directa y segura las habilidades sociales y emocionales para tener una educación creativa. Debemos pensar en los niños, pero también en los adultos para que puedan dar soporte. Hay mucha tensión en los desafíos que se enfrentaron en la pandemia. Muchos niños no volvieron a la escuela y lucharon contra el proceso académico, no tenían acceso a internet lo que dificultó sus procesos de aprendizaje”.

En el marco del foro, la Fundación Barco y La Universidad de los Andes presentaron los resultados de un estudio sobre la magnitud de las brechas educativas en el país a raíz de la pandemia y cómo esto se reflejó en los resultados de las pruebas SABER 11 de 2020. Dicho estudio destacó que, en 2020, el cambio en la desigualdad promedio en las pruebas Saber 11 frente al periodo 2016-2019 aumentó para la mayoría de las características (género, tenencia de libros, educación de los padres, etnia, computadores en casa, conectividad, entre otras)  en contra de los más vulnerables. La magnitud de estos cambios generados en 2020 es, en su mayoría, mayores al 100%.

Estos cambios en la desigualdad, de acuerdo con el estudio, corresponden a estudiantes que enfrentaron la pandemia únicamente durante el último año de bachillerato. Es decir que sus trayectorias educativas fueron truncadas únicamente en el último año. Por lo tanto, las consecuencias para estudiantes menores pueden ser aún mayores.

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