Querido Niño Dios, para esta Navidad te pido que como sociedad entendamos la importancia de apostarle a una educación pertinente, equitativa, innovadora y de alta calidad a la que puedan acceder todos los niños, niñas y adolescentes sin importar su condición socioeconómica, el lugar de residencia, su género y sus capacidades intelectuales.
Que tengamos como sociedad la capacidad de llegar a acuerdos en la forma como lograremos esos objetivos. Que esos acuerdos se traduzcan en políticas públicas educativas que perduren en el tiempo y que sean priorizadas y llevadas a cabo por cada mandatario(a) que llegue a la Presidencia de la República, sin importar su partido político o ideología.
Que las acciones desarrolladas a nivel nacional estén alineadas con aquellas implementadas en las regiones. Que las políticas públicas sean diseñadas y evaluadas basadas en la evidencia y sus resultados medibles, de manera que se logren las acciones más efectivas y de menor costo. Que cada año se prioricen los recursos necesarios para impulsar la educación en el país. Que se fortalezca el sistema mixto y las alianzas público privadas.
Que se dé máxima prioridad a la primera infancia y a la educación inicial, pues es en este nivel educativo donde se dan los mayores beneficios de la educación con efectos a lo largo de la vida de las personas. Que se asegure que cada niño, niña o adolescente a su paso por el sistema educativo adquiera los aprendizajes tanto cognitivos como socioemocionales, requeridos en cada nivel educativo.
Que se incluya el bilingüismo y las habilidades digitales como habilidades básicas que se aprenden en el colegio. Que los establecimientos educativos sean entornos inspiradores, protectores y seguros. Que los maestros y maestras sean profesionales con la mejor formación y que tengan los conocimientos y las habilidades que permitan transformar la vida de sus estudiantes. Que permanecer en el sistema educativo sea, por ley, obligatorio hasta los 17 años.
Que la educación media brinde a los y las jóvenes información relevante sobre las opciones que hay en la educación posmedia y la orientación socio-ocupacional que requieren, incluyendo escenarios de práctica sobre profesiones y oficios.
Que se fortalezca el Icetex y se diseñe un portafolio de mecanismos de financiación para acceder a educación posmedia que promueva la equidad y premie el mérito académico, permitiéndole a los jóvenes con restricciones económicas escoger la institución que se adapte a sus necesidades y gustos.
Que se impulse la educación técnica y tecnológica, con una oferta de alta calidad alineada a las necesidades del sector productivo y creada en conjunto con éste, así como una oferta de certificación de competencias y habilidades para ejercer diversos oficios. Que se promueva el desarrollo de la ciencia y la innovación, la formación de alto nivel y el desarrollo de patentes desde la academia en alianza con el sector productivo y las comunidades.
¡Querido Niño Dios que Colombia se convierta en uno de los países con mejor sistema educativo del mundo!
*Es Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana.
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Por Luz Karime Abadía Alvarado*
