
José Eustasio Rivera, autor de La vorágine, fallecido 90 años atrás. / Cortesía
La violencia, ominosa impronta de la historia de Colombia que permeó su obra, le siguió arrebatando, ya en su gloria post mortem, “los deliquios embriagadores” que tanto ansiaba el amante de Alicia en su desesperado periplo a la selva. Ese desespero no le fue ajeno a las miles de personas que durante décadas se apiñaron todos los días en interminables filas frente a la casa del novelista José Eustasio Rivera, ubicada en el deslucido centro de Neiva. Agobiados ciudadanos, jadeantes por el cansancio y el apuro por demostrar su...