
Abelardo y Eloísa pintados por E. B. Leighton en 1882 en un claustro anacrónico. / Archivo particular
¡Aun murmurado en lágrimas que en suspiros persiste!
Cuando descubro el mío también yo me estremezco,
alguna atroz desdicha lo persigue de cerca.
Recorriendo las líneas derrámanse mis...
Por Andrés Osorio Guillot y Laura Valeria López
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