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El año en que falleció Ana Mercedes Hoyos estaba cumpliendo 50 años de carrera artística, a la edad de 72 años. “Es una pérdida terrible para el arte en Colombia”, dijo la directora de la Feria de Arte de Bogotá (ArtBo), María Paz Gaviria, en su momento. Su muerte significó despedirse de los colores vibrantes que marcaron su obra y de la profunda apreciación que tuvo por San Basilio de Palenque, el cual se veía reflejada en sus piezas de escultura y pintura.
La artista bogotana nacida el 29 de septiembre de 1942 tomó clases de pintura con Luciano Jaramillo, impulsada por su padre quien despertó en ella el interés por los museos y la historia del arte. Pero este interés no se limitó a los libros y las clases, su entorno familiar le permitió realizar viajes a distintos países del mundo y aprender de cada uno de ellos. Luego de estas experiencias Hoyos comenzó a estudiar su carrera universitaria en la Universidad de los Andes, donde eligió artes plásticas, para después trasladarse a la Universidad Nacional de Colombia. Sin embargo, su camino no estaba en la academia, pues se retiró de sus estudios para dedicarse a la pintura. “Me gradué en la universidad de la vida a la cual aún pertenezco”, solía decir.
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