
"No tiene mucho sentido que se haya aprobado el presupuesto más alto para la cultura en un gobierno en el que teníamos tantas esperanzas, pero la persona encargada no tenga idea de administración pública", dijo una de las fuentes consultadas para este texto, quien no quiso revelar su identidad.
Foto: Eder Rodríguez
Puede que sea un asunto de menosprecio: los artistas se dedican a la creación, que otros se dediquen a lo técnico. Pero todo indica que, sin lo segundo, lo primero se afecta: subestimar el conocimiento sobre el funcionamiento del Estado, el comportamiento del mercado y los detalles más mínimos de un contrato termina por sabotear lo que debería sobrepasar cualquier trámite: la obra.
Hace más de dos semanas Juan David Correa renunció a su cargo como ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes. Y a pesar de que salió con un evidente nivel...

Por Laura Camila Arévalo Domínguez
Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com
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