Azul, entre revoluciones y libertades

Panamericana editorial publica una nueva edición de uno de los más destacados libros de la literatura latinoamericana.

Foto: Arc

Cuando hablamos de colores y nombramos el azul pensamos en algo semejante al agua, al cielo y al arte, pensamos en el color de la libertad, de la profundidad y de los pájaros que adquieren vida con las letras del gran poeta nicaraguense, Ruben Darío; cuando hablamos de colores también nos referimos a esa tonalidad que a su vez títula a la más reconocida creación de este autor. Publicada en Valparaíso, Chile, en el año de 1888, “Azul” se ha convertido en uno de los textos más importantes de la literatura latinoamericana, en el cual coexisten diferentes composiciones, dadas tanto en prosa como en verso, que son producto de las reflexiones del autor, su estancia en este país y una marcada pasión por la literatura francesa de la época.

Azul es la revelación del espíritu del poeta donde a través de sus variados escenarios, la evocación de diferentes estéticas y corrientes literarias, como lo es la mitología griega y la herencia del parnasianismo, junto a la manera tan admirable en la cual se plasman estas ideas y vivencias, se le da lugar a una obra innovadora, con una amplia carga sensitiva que logra transmitirle al lector los deseos de trascendencia que inundaban las letras del entonces joven escritor.

Estas palabras, las mismas que parecieron siempre pertenecer a Ruben Darío, encuentran en las páginas de este libro un espacio para ser, para estar de su lado y para dar forma a diferentes versos que se convierten en la transformación de la expresión, lo cual es visible mediante métricas, rimas y una nueva manera de hacer poesía; apostando esta vez por la musicalidad, la experimentación y la libertad para crear que nunca antes se había tenido.

Desde allí se establece también como la primera muestra de la estética modernista en la lengua española; de manera que empieza a ser una obra esencial para el desarrollo de este movimiento artístico, la manifestación del inconformismo, la sensibilidad que le caracterizó y la renovación de las letras de nuestro territorio. Marcando una transformación en dos perspectivas fundamentales, primeramente, encontramos una ruptura con las corrientes ya existentes, logrando desligarse de la tradición literaria seguida hasta entonces y reafirmando la figura del artista, junto a su papel fundamental en la sociedad; por otro lado, dentro del ámbito literario, es un punto de partida para el surgimiento de diversas obras que dan lugar a toda una revolución en el mundo de los versos, la composición estética y la expresión artística.

Es así como llegamos a un compilado de estupendas recreaciones de los pensamientos de otoño que constantemente rondaban la mente del autor, donde tanto los cuentos como los poemas que componen esta obra logran crear una atmósfera insondablemente sentimental, llena de intensidad, musicalidad y transposiciones metafóricas. Breves escenas en las cuales la cotidianidad de los jardines cargados de flores, los cafés de París, los poetas, los mendigos y los artistas convergen con la fantasía que se envuelve en las historias que se entretejen a partir de ninfas, reyes, pájaros, jaulas, lo atrayente de los corazones acelerados y los cráneos rotos que revelan el sentido de la independencia.

Una creación en la cual, por medio de cuentos cortos y poemas como El rey burgués, Invernal, A un poeta o El pájaro azul, se muestra al mundo el ser poético que era Rubén Darío, su alma cosmopolita, la exuberancia estilística que le caracterizó y sus más profundos deseos; los mismos que terminan convertidos en cantos de esperanza, ensueño y reflexión.

A lo largo de toda la lectura se demuestra que cuando la pasión, el amor por la letras y el ingenio son conjugados la más bella poesía encuentra un lugar para existir, aflorando en una invitación a disfrutar del placer de adentrarnos en sus páginas, de recorrer el lirismo de sus versos y el gozo de leer una creación en la cual el tiempo parece detenerse; pues aunque el reloj no se haya estancado y los meses siguen pasando Azul continua instaurándose como una producción vigente, de carácter anacrónico, que sigue suscitando profundas emociones y cautivando a quien tiene la fortuna de encontrarse con esta conmovedora obra.

Razón por la que hoy, a un poco más de 100 años de esta publicación rememoramos su creación y, con el profundo deseo de que cada día más personas decidan dejarse atravesar y atrapar por esta particular forma de expresión, podemos agradecer que en pleno siglo XIX este valiente poeta haya tenido la osadía de poner todo en juego, de arriesgarse por su ambición de cambiar lo hasta entonces dicho, de juntar la prosa y la poesía en un mismo lugar y de entregarnos tan formidable libro. Una obra que se ha convertido en principio y fin de una estética literaria, de nuevos lectores y de millones de seres apasionados que, al igual que el mismo Rubén Darío, han encontrado en el trazo que marcan estas palabras una nueva manera de dejar “abierta la puerta de la jaula al pájaro azul” que habita en la mente de cada uno de nosotros.