Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Bioluminiscencia (Cuentos de sábado en la tarde)

Cuando todos iban de camino a la playa te alejaste un poco. Primero fue el paisaje verde que se dejaba quedar atrás en la lejanía. Luego era ignorar las risas y besuqueos del resto del grupo. Al momento de llegar estaba ya oscuro. Sentiste el aroma frío de la arena y ahuyentaste a los predecibles cangrejos.

Gabriel Mendoza

11 de diciembre de 2021 - 06:35 p. m.
"Al amanecer todos notaron tu ausencia, no estabas en ninguna de las cabañas. te llamaron por tu nombre como hace muchos años no lo hacían."
Foto: Pixabay
PUBLICIDAD

Tú te quedaste palpando el agua. Los demás fueron a encender la fogata y a jugar a la botella. Siempre fue así. Tocaste el agua con la planta de tus pies, caminas diciéndole adiós a la orilla, amando todo el mar, tragándote el océano, ansiando su presión, deletreando a tantos seres abisales de nombres tan largos y solitarios.

En el fondo, en el bajo fondo del océano, la luz es emitida por voluntad propia de aquellos seres que lo habitan, seres que proveen su propio recurso lumínico, ignorantes de su secreto desprecio por el monopolio del sol. Mientras pensabas en ello, recordaste tu pasión por el misterio que suponía la Fosa de Las Marianas y su gran zona afótica, difícil de explorar. Cuando mencionaste al Photoblepharon palpebratus, un pez que brilla debido a miles de bacterias que habitan en una bolsa que tiene debajo de los ojos, sería tu mascota ideal en plena clase de biología, sentiste el ruido repugnante de las risas de tus compañeros, los mismos que hoy celebran con este paseo al que no querías venir, que se graduarán en unos días y que no podían siquiera vocalizar bien el nombre del pez. Te ganaste el apodo de copulador de peces o fuckfish para los que tenían intensiva de inglés.

Al amanecer todos notaron tu ausencia, no estabas en ninguna de las cabañas. te llamaron por tu nombre como hace muchos años no lo hacían. Nadie emite el primer grito angustioso porque no saben que estás absorto, aspirando una presión aplastante y feliz que solo se halla en el fondo, mirando de cerca las intermitentes luces de esas luciérnagas del infierno abisal. Todo eso piensas mientras tu cuerpo deja de ser cuerpo, dejando solo el rastro difuso de un pensamiento, en el fondo, en el bajo fondo.

***

El hombre tiene los dientes color amarillo podrido y aun así se pide otro cigarrillo. Pregunta que jugó La culona.1, y el vendedor le señala con el dedo el periódico donde están publicados los resultados de los sorteos locales. Mira los principales encabezados en la portada donde también hay una rubia acostada en una mesa de billar pasando el taco en medio de sus grandes senos. Mas abajo con letra color amarillo purgante dice “En paseo de despedida de año se ahoga joven.”

Read more!

Subtítulo: Las autoridades recomiendan no nadar ni beber por la noche en las playas de Cartagena. El viejo de la podredumbre amarilla tosió un poco y espetó “Puro pelao marica, ni saben vivir y ahora van a saber nadar” y se fue caminando, esquivó una mierda de perro en el camino y dobló por la esquina.

1. Lotería colombiana. Ahora sí: ¡ya estás preparado para probar suerte en la Lotería Culona! No olvides dejarnos un comentario si tuviste suerte con tu billete

Por Gabriel Mendoza

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.