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"Me gusta todo tipo de música, desde black metal hasta clásica. Hay música que me hace sentir miserable".
Gregor Mackintosh, guitarrista Paradise Lost.
Llegó a Colombia por primera vez la agrupación Paradise Lost, después de dos décadas de su fundación y para promocionar su más reciente producción In Requiem. Empezando su gira latinoamericana junto con la agrupación Carcass, estuvieron en la presentación más concurrida de Rock al Parque el día del metal, en el escenario principal del Parque Simón Bolívar de Bogota.
Los capitalinos pudieron disfrutar de una presentación que contó con una mezcla perfecta entre viejos y nuevos temas. A pesar de la amenaza de lluvia, de la falta de calidad en el sonido, y de la batería que se descompuso tres, esta banda inglesa hizo lo que mejor saben hacer: llevar a los asistentes por un recorrido musical entre el infierno y el paraíso, "entre la forma mas pura de composición y brutalidad musical", como describió el show uno de los asistentes.
Los riffs de guitarras y los solos generaron euforia, depresión y melancolía en el público en sòlo 45 minutos.
Cerraron su presentación con el tema 'One Second' del álbum que lleva su mismo nombre.
Puro Paraíso
Este grupo es considerado como el pionero del género conocido y definido por ellos en sus 11 producciones, como 'Gothic Doom Metal'. Es en 1988 cuando el vocalista Nick Holmes y el guitarrista Gregor Mackintosh deciden fundar la banda.
Desde un principio tenían claro que querían mezclar elementos existentes de 'death metal 'y el 'doom' con melodías densas, lentas y muy oscuras. Pero fue hasta el año 91 que se aseguran que la propuesta musical era lo bastante sólida para lanzar el álbum 'Gothic', que empezó a llamar la atención de los fanáticos de la escena de West Yorkshire en Inglaterra. Esta producción cohesionó elementos melódicos con metal, de los que carecían otras bandas.
Podría pensarse que el nombre de la banda tiene una relación mística o espiritual con el libro del autor John Milton ‘El Paraíso Perdido'.
Pero no. fue más un accidente."Tenía el libro debajo de la mesa de noche de mi cuarto, nunca lo había leído y servía para reemplazar una de las patas de la misma así que me pareció adecuado e interesante", explica Nick Holmes, quien ademas asegura que querían evitar nombres muy obvios ya que en ese entonces las bandas solían llamarse 'Napalm Death' o 'Extreme Noise Terror'.
Después vendrían producciones como Lost Paradise, Shades of God, Icon y Draconian Times. En 1997, con el álbum 'One Second', la banda crea una ruptura con su pasado y con las infundadas comparaciones con Metallica, que nada tenían que ver, ya que Paradise siempre tuvo muy claro sus elementos melódicos e incorporación de instrumentos como los teclados que le daban toques atmosféricos de los que la banda norteamericana desconocía por completo.
A la salida de esta producción, la crítica especializada no se contuvo y los tildaron de "vendidos", de irse con el mejor postor y de haber caído en una transacción comercial. Sin embargo, ellos siguieron su decisión musical y en el año 1999 lanzaron una producción mucho más arriesgada titulada 'Host'.
En est había una gran carga electrónica, la exploración vocal de Holmes se vuelve mucho más interesante . En ese momento el público entiende que un cantante tiene la capacidad de comunicar sin necesidad de gritar, por lo menos de la forma convencional, dentro de una escena metalera.
El paso siguiente, y no menos desconcertante para los que todavía seguían tratando de digerir los dos últimos álbumes, fueron 'Believe in Nothing'. Una vez más regresan a sus guitarras, fuerte batería y voz. Después seguirían producciones de la misma onda como 'Symbol of Life', 'Paradise Lost' y por último 'In Requiem'.
La carrera musical de 'Paradise Lost' bien puede entenderse como la vida misma: nunca se puede permanecer inmóvil siempre se esta en devenir. Es por eso que con sus producciones 'One second' y 'Host' fueron desterrados en algún momento de la escena metalera por incluir influencias electrónicas y dejar de lado las voces guturales para darle paso a emociones y mostrarse como seres humanos que tienen la capacidad musical e intelectual para crear lo que se propongan.
Como asegura su guitarrista, Gregor Mackintosh, "llevábamos mucho tiempo tocando las mismas canciones hasta aburrirnos, y si haces los mismo durante mucho tiempo te vuelves como un empleado que trabaja en una fábrica".
Su ultima producción 'In réquiem' es definida por ellos como: "cruda, orgánica y menos pulida. Musicalmente es el balance la brutalidad y empatía, entre el horror y la belleza. No es ni una celebración, ni un lamento. Simplemente son las emociones que se levantan, siendo rodeadas por la vida y la muerte".