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Para Nina
Con un ruego de misericordia por cuanto le he hecho pasar con mis innumerables correcciones ilegibles, flechas, cortes y transposiciones. Jamás hubiese imaginado que semejante paciencia fuera posible.
Con amor y gratitud
Peter
IIntroducción
Este no es un libro académico. No pretendo aleccionar sobre Shakespeare. Se trata de una serie de impresiones, experiencias y conclusiones provisionales.
Si está interesado en leer sobre Peter Brook, ingrese acá: Peter Brook, o el arte del teatro
La excepcionalidad de Shakespeare radica en que, si bien cada producción se ve obligada a buscar sus propias formas y figuras, las palabras escritas no forman parte del pasado. Son fundamentos que siempre pueden crear y habitar nuevas formas.
No existen límites a lo que podemos hallar en Shakespeare. Es por lo que intento seguir su ejemplo y evitar la pedantería.
En África existe un dicho: “Ser demasiado serio no es muy serio”.
Epílogo
Este libro empezaba con la pregunta: “¿Quién escribió Shakespeare’” La pregunta se ha quedado obsoleta. Le pongamos la etiqueta que le pongamos, es la calidad de la experiencia viva lo que nos concierne hoy en día. Nada más.
Para ello, tenemos que reconocer las miles de formas que emergieron de este cofre del tesoro llamado Shakespeare.
“Forma –y “Calidad”- son las palabras cuya sencillez es su perdición. Estos términos amplios y complejos contienen una serie infinita de niveles que van de lo ridículo a lo sublime, y vuelta a empezar.
Para cada actor, director, colaborador, para cada crítico, existe sólo una guía, traicionera, esquiva y magnífica, cuando uno aborda estos trabajos. La guía no puede ser sólo subjetiva, aunque tampoco es realmente objetiva. Una escala variable significa justamente eso. Debemos observar continuamente en el interior aquello que surge cuando lo que hay dentro se topa con lo que viene de fuera. ¿Cuál es el proceso mediante el que el sentido de algo soterrado se convierta gradualmente en una forma? Al mismo tiempo, nosotros debemos aportar todo cuanto podamos para ayudar a que ese algo llegue a ser aquello que estamos obligados a llamar “Calidad”.
Shakespeare. Calidad. Forma. Aquí es donde comienza nuestro trabajo. No puede acabar nunca.
***
Traducción y notas: Diana I. Duque
Prólogo: Eusebio Calonge
La calidad de la misericordia. Ensayos sobre Shakespeare. Madrid. Ediciones La Pajarita de Papel. 2013. Págs. 17, 129-130