Café cámara se basó en un formato francés que se desarrolla por primera vez en el país, que trata historias divertidas que pasan en un pasillo de oficina, más exactamente en la espera del café de la máquina dispensadora. Son segmentos divertidos y entretenidos de 5 a 6 minutos, donde 12 personajes muy particulares hacen parte de la nómina de una oficina.
Julián Arango se pasó para el otro lado y experimenta por primera vez su faceta de director, palabra que le incomoda pues dice que ese título se gana con los años. “Yo conocía la historia y sabía para dónde iban los personajes y me sentí como un actor más entre ellos”, afirma Arango.
Se enfocaron mucho en que los personajes fueran muy caricaturescos y marcados para que se entendiera desde un principio quiénes eran, porque no hay mucho tiempo para explicar quiénes son.
Así, Andrés Parra interpreta a Patricio, el jefe racista y clasista . Antonio Sanint es Jesús, un vendedor que interpreta al típico galán de barrio. Patricia Castañeda es Tata, la publicista rebelde y cínica que le encanta la rumba y la noche, y Constanza Camelo es Mariela, la asistente tímida e ingenua.
Por El Espectador
