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Cincuenta años después de una historia que confunde antigüedad con calidad, el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (Ficci) se ha propuesto reorganizar los términos del evento. La dirección artística de Mónika Wagenberg y el equipo de programación liderado por Orlando Mora, garantizan la pasión del cine estructurada por gente de cine al frente del festival. Una actitud que conecta con los criterios de otros festivales —el Bafici de Buenos Aires, el Festival de Lima organizado por la Universidad Católica del Perú, el Festival Internacional de Cine de Cali—, interesados, antes que por el deslumbramiento, el culto a la personalidad o la visita de estrellas que adornen fugazmente la fiesta, por la exhibición de un arte en movimiento al vaivén de las películas y la formación del público que asista al jolgorio del cine.
En una entrevista para la edición de Screen International que se presentará en el 51° Festival de Cartagena, Madame Wagenberg asegura: “Tenemos muchas metas a corto y a largo plazo. Una de ellas es presentar no sólo un cine de calidad sino también con las mejores condiciones técnicas. También nos interesa el cine colombiano. Queremos hacer de Cartagena un espacio crítico para el cine nacional. El Ficci debe ser algo más que una vitrina local: tiene que ser una vitrina para el mercado internacional. Mi esperanza es que el festival se convierta en la plataforma que necesita nuestro cine. Estoy muy emocionada por la respuesta que hemos tenido tanto de productores como de directores a los cambios que estamos implementando en el Ficci”.
La trayectoria de Wagenberg garantiza su conocimiento para dirigir un evento como el de Cartagena. Después de trabajar en varios festivales —el Festival de Cine de Nueva York o el Festival Internacional de Cine de Miami, entre otros—, la dinámica con la que se propone conjurar la vejez del festival, renovándola con sangre nueva, se evidencia en la programación que definirá su primer año ante el público.
En colaboración con Orlando Mora y su equipo —el crítico de cine como viajero crónico recorriendo los festivales del mundo—, es notable la presencia de autores en movimiento con filmografías que inician su desarrollo, provenientes de distintas geografías. Algunos de ellos: los peruanos Diego y Daniel Vega con Octubre, uno de los estrenos más atractivos del cine latinoamericano reciente, ganadores del Premio del Jurado en la sección Una Cierta Mirada en Cannes 2010; la mexicana Iria Gómez, directora de Asalto al cine, un proyecto que se hizo realidad tras seis largos años para rodar el filme; Por tu culpa, tercer largometraje de Anahí Berneri, la chica argentina que conmocionó las pantallas con su historia de dolor y amor en tiempos del sida según la novela de Pablo Pérez, Un año sin amor (2004); el uruguayo Federico Veiroj, que deja atrás el Acné (2008) con su segundo largometraje, La vida útil, un canto en tono melancólico para alabar los esfuerzos de una cinemateca donde el público puede escapar a las trampas del mercado y celebrar el vigor de las imágenes clásicas.
Al cine de ficción se suma la necesidad del documental en plan competitivo. Una forma de entender que el género ha logrado renovar el cine, incluso con más autenticidad, decisión y coraje que el cine de ficción por las sorpresas frecuentes que han brindado directores como Everardo González, filmando uno de los cinemitos mexicanos recientes, Los ladrones viejos (2007), presentando ahora en Cartagena su último documental, El cielo abierto, basado en el diario de monseñor Arnulfo Romero, asesinado a principios de los años 80 en El Salvador por denunciar violaciones a los Derechos Humanos.
Paralelamente y para confirmar el interés de Madame Wagenberg por hacer de Cartagena un sitio de encuentro para el cine nacional, la sección Colombia al 100% será una vitrina para el cine reciente filmado en la geografía del Sagrado Corazón de Jesús: La sociedad del semáforo (Mendoza); En coma (Rivero y Restrepo); La vida era en serio (Borda); Karen llora en un bus (Vera); Los colores de la montaña (Arbeláez), entre otras que componen las visiones de un país hecho cine.
Del 24 de febrero al 3 de marzo, Cartagena tendrá la puesta en escena de lo que Mónika Wagenberg sabe: cuál es el cine que cambia la mirada del espectador y su actitud ante la pantalla.
Este lunes, 9:30 a.m. Lanzamiento del programa oficial del 51º Ficci y proyección de la película ‘Asalto al cine’, de Iria Gómez (México). Multiplex Cine Colombia-Centro Comercial Andino.