En toda Argentina hubo un puente festivo desde el sábado hasta este martes por el carnaval, un periodo que en la capital se festejó con cortes de calles para acoger desfiles y actuaciones en muchos de sus barrios, a los que están muy ligados las bandas.
El acto principal tuvo lugar en la tarde del lunes en la Avenida de Mayo, en pleno corazón de la capital y uno de sus lugares más turísticos, después de años sin la presencia de esta fiesta, y contó con la presencia de unas 60.000 personas, según el Gobierno de la ciudad.
Para el desfile se seleccionaron cuatro de los mejores grupos locales, Los cometas de Boedo, Los caprichosos de Mataderos, Los chiflados de Boedo y Los amantes de La Boca, unos nombres que muestran el vínculo de estos con los clubes barriales en los que practican a lo largo del año.
En el desfile participaron también bandas brasileñas y bolivianas, hubo shows de música en directo puestos de comida tanto argentina como de comunidades extranjeras del país, como la italiana, venezolana, boliviana o árabe.
En Buenos Aires, el carnaval fue la fiesta más importante y símbolo de la cultura popular desde el siglo XVIII, relató un comunicado de la Secretaría de Cultura de la capital, en la que el pueblo se encontraba en las calles y en sus plazas y fachadas plagadas de guirnaldas, banderines y luces.
Además de la capital, en otros puntos del país existe una importante tradición de carnavales, que visitan miles de turistas, como los de Gualeguaychú, en la frontera con Uruguay, en la quebrada de Humahuaca, en el noroeste, o la ciudad de Corrientes, en el noreste.