Claudia Triana: “La industria cinematográfica se quedó en modo avión durante ocho meses”

¿Cine Crea Colombia convocó a Retina Latina, Cinema Paraíso On Demand, entre otras, para ofrecer películas colombianas durante un tiempo determinado?

La temporada Cine Crea Colombia es una iniciativa del Consejo Nacional de las Artes y la Cultura en Cinematografía con la que, basados en una estrategia de comunicación, buscamos que las personas accedan mucho más al cine colombiano. Esta es la manera de involucrar, no solamente 10 festivales, sino también otras 10 plataformas, como Retina Latina, que es la principal. Es una forma de mostrarle a la audiencia colombiana, latinoamericana y hasta mundial que el cine colombiano está ahí y que hay más de 150 películas de géneros distintos que están disponibles en las plataformas, sobre todo porque uno a veces tiene en el imaginario de que no hay cine colombiano, que no es posible verlo y que pasa muy fugazmente por las salas de cine. Resulta que hay una cantidad de ofertas que, además, en esta temporada han llegado a las casas de los que se han animado a ver cine nacional.

¿Qué tienen preparado para lo que queda del mes? Ya estamos hacia el final de la temporada...

La audiencia puede buscar películas colombianas en el marco de esta temporada hasta el 31 de diciembre, pero hay varios eventos que están programados hasta el 16. Hemos tenido dos eventos por día a lo largo de estos meses, pero habrá un gran final en el Canal Capital: invitaremos a varios directores que tuvieron películas participando en este periodo. La idea es que cuenten un poco su experiencia y resalten los contenidos que han compartido. Además, se hizo una curaduría en ocho secciones para facilitarle al público la llagada a las películas y en la franja infantil todavía faltan varios filmes que vale la pena resaltar y ver. También quiero aclarar que habrá películas que quedarán en algunas plataformas aliadas a esta temporada. Por ejemplo, en Cineco plus tenemos varios de los clásicos del cine nacional restaurados como “Tiempo de morir”, “La vendedora de rosas”, etc. En conclusión, esta temporada es una especie de foco de atención en el cine nacional para que las personas accedan de una manera más fácil a todas estas historias.

Hay ocho secciones, ¿cómo fue este proceso curatorial?

Se expusieron esas ocho líneas temáticas para facilitarle a la gente la elección de las películas. Entre estas habrá conversatorios en el que, por ejemplo, participarán actores infantiles. Nuestro objetivo es el de hacer más cercano el cine nacional a la audiencia de todas las partes del mundo, que es una de las ventajas que tienen estas plataformas por sus alcances. Hace poco vi las estadísticas y ya sobrepasamos los 100.000 espectadores que han accedido a las películas o a los eventos. Ha habido una gran cantidad de acontecimientos, como el del 25 de noviembre, día del no maltrato a la mujer. En esa ocasión hubo un conversatorio sobre el tema resaltando las películas que tenían que ver sobre el la fecha. Ha sido un ejercicio de coordinación en el que muchos aliados se han sumado.

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Hace un año usted habló sobre las razones por las que tal vez el cine colombiano se apreciaba más en el exterior... ¿Qué piensa hoy?

Yo creo que este año hemos tenido una presencia muy importante del cine colombiano en los festivales internacionales y que tenemos dificultades en la distribución en Colombia. Este año ya hay estrenos previstos con estas salas que se volvieron a abrir al público. Se pospusieron muchos otros por algunos directores que han decidido esperar para entender cuál es el mejor momento para lanzarse y recuperar algo del proceso tan largo que es hacer una película. A veces son cuatro o cinco años desde que se gesta la historia, hasta que se logra producir y se termina el proceso. Creo que vamos a comenzar a ver muchísimas películas represadas por culpa de la pandemia el próximo año.

Según lo que está pasando ahora ¿cómo cree que comenzaremos el 2021 en términos de industria?

Lo primero que tendría que decir es que hemos vivido una gran incertidumbre. Para nosotros fue una sorpresa magnífica que una gran parte de exhibidores decidieron, el 26 de noviembre, abrir las pantallas al público. Eso no estaba previsto. Yo hice mil apuestas en julio sobre la apertura de las salas y no pasó, después de agosto, septiembre, y bueno, finalmente comenzó a ocurrir en noviembre. Lo que hay para el 2021 es incertidumbre. Dependemos de la vacuna y todo eso crea una cadena de miedos que, por supuesto, tocan al público.

¿Igual para los rodajes?

Igual. Nosotros desde Proimágenes les hacemos seguimiento a más de 300 contratos o proyectos que están en desarrollo o que se van a hacer próximamente y todos ellos han tenido que recomponerse un poco. Han tenido que reducir los riesgos, tomar precauciones y lidiar con que la gente acepte: hay proyectos que para rodarse necesitan personas que están en el exterior, una circunstancia que lo complica todo. Es como si nos hubiéramos quedado en modo avión durante ocho meses. Vamos a continuar con los rodajes y los estrenos pero de una manera gradual. Los eventos, por ejemplo, serán híbridos: presenciales y virtuales, así que ahí vamos. Es un proceso que debemos llevar a cabo con paciencia y constancia.