Un grupo cristiano está protestado contra el Museo Nacional de Ámsterdam por la exhibición de un condón hecho en 1830 que está presentando un grabado erótico de una monja con tres clérigos.
De acuerdo con el colectivo religioso, Stichting Civitas Christiana, y el grupo juvenil afiliado, TFP Student Action Europedicha, esta pieza es “un insulto grotesco a Dios, a la Iglesia Católica y a toda la nación holandesa”. Por esta razón, presentaron una petición al museo y se manifestaron a las afueras del lugar, en donde distribuyeron unos 5.000 folletos.
Han defendido que este condón era una especie de propaganda durante la Revolución Francesa cuando la iglesia era perseguida. Asimismo, en un artículo publicado en el medio De Dagelijkse Standard se afirmó que “una caricatura de Mahoma, incluso del siglo XVIII o XIX, sería impensable en el Rijksmuseum, no porque no existan, sino porque la gente tiene miedo”.
Joyce Zelen, cocuradora de la exposición y curadora de grabados del Rijksmuseum, afirma, sin embargo, que los visitantes hacen cola para ver esta singular exposición. “Burlarse de la religión es tan antiguo como la religión misma. No creo que esto sea una respuesta a la Revolución Francesa ni a la Iglesia católica. Su objetivo es ser gracioso”, aseguró.
Por su parte, un portavoz del Rijksmuseum señaló que un tribunal había prohibido previamente al grupo cristiano realizar reclamaciones ilegales sobre una semana de salud sexual y dijo que hubo 11 manifestantes afuera del museo durante dos días la semana pasada.
Sobre el condón expuesto en el Rijksmuseum
Este anticonceptivo tiene casi 200 años y está hecho, según el análisis de la pieza, del intestino ciego de una oveja. El Rijksmuseum cree que podría tratarse de un recuerdo de un burdel y, según su información, solo se conservan dos ejemplares.
“La monja aparece sentada con las piernas abiertas frente a tres clérigos, mientras señala a uno de ellos con el dedo. Los hombres levantan sus sotanas y muestran su excitación. Las palabras ‘Voilà mon choix’ (‘Aquí está mi elección’) lo convierten en una parodia tanto del Juicio de Paris de la Antigüedad clásica como del celibato”, explicó el museo.
“Normalmente, un grabado se puede imprimir miles de veces, pero el papel es más fácil de imprimir que el apéndice de una oveja”, añadió la cocuradora.
En el Juicio de Paris, de la mitología griega, el príncipe troyano Paris tuvo que decidir cuál de las tres diosas — Hera, Atenea o Afrodita — era la más bella. Cada una le ofreció un regalo, y Paris eligió a Afrodita.
El grabado del condón juega con ese mito: la monja señala a uno de los clérigos y dice “Esta es mi elección”, como si estuviera tomando su propia decisión entre varios hombres, igual que Paris tenía que elegir entre varias diosas.
El condón fue adquirido por el museo neerlandés hace seis meses en una subasta, pero su adquisición no se hizo pública hasta ahora, coincidiendo con la inauguración este martes de una exposición temporal de estampas, dibujos y fotos relacionadas con la prostitución y la sexualidad, y que estará abierta hasta finales de noviembre.
“Sabemos por la historia oral que la fabricación de condones solía ser algo que hacían las esposas de los granjeros con los restos de las ovejas, o las esposas de los pescadores, porque los condones también se hacían con vejigas de pescado. Pero desconozco la industria de la producción de condones en el siglo XIX y el grabado asociado, porque ninguna de las impresiones de los condones que se conservan tiene el nombre del impresor”, concluyó Zelen.