
(Izq) Martín ve a su madre mientras baila en un burdel. (Der) Cejaz Negras en el centro de Bogotá. / Cortesía Las tetas de mi madre y Facebook Crack Family
La Bogotá que huele a mierda, a orines, a bazuco. La Bogotá sucia, sórdida, depresiva y que se auto destruye. La Bogotá que proyecta una constante sensación de inseguridad, la Bogotá de perros callejeros y humanos en las esquinas. Esa, según Carlos Zapata, director de ‘Las tetas de mi madre’, es la ciudad que muestra la película que se estrenó en 2015.
Es la historia de Martín, un niño que termina enamorándose de su madre. Un pequeño que con el sueño de llevarla a Disneylandia trabaja – a escondidas – como repartidor de pizza después de...
Por Joseph Casañas / @joseph_casanas
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