Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Crisálida (Cuentos de sábado en la tarde)

Quería alcanzar la perfección en todas sus formas, cuidando cada detalle.

Laura Antonia Zambrano *

09 de septiembre de 2023 - 05:39 p. m.
"La sujeté con suavidad, la envolví y la guardé en una caja de cristal bajo llave".
Foto: pexels
PUBLICIDAD

Finalmente, después de mucho dudarlo, me decidí a modelar la escultura. Quería alcanzar la perfección en todas sus formas, cuidando cada detalle: sus ojos almendrados, hombros esbeltos y manos estilizadas. Pinté a mano sus pequeños labios y con cuidado esculpí la nariz.

(Le puede interesar: Margarita Rosa de Francisco, mejor actriz en la Mostra de Venecia)

Al terminar mi obra quedé satisfecho, había alcanzado al fin el más alto grado de lo sublime. La sujeté con suavidad, la envolví y la guardé en una caja de cristal bajo llave.

(Le recomendamos: La esquina delirante II (Cuentos de sábado en la tarde))

Han pasado ya varios años y continúa encerrada. En ocasiones oigo sus lamentos y súplicas para que la deje salir. Estoy esperando que fallezca. Sé que no falta mucho, pues cada vez está más débil, pero me consuela saber que su belleza aún sigue intacta.

*Unisabana Medios.

Por Laura Antonia Zambrano *

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.