Una nueva investigación publicada en el Journal of Astronomical History and Heritage mostró evidencia de que los antiguos egipcios representaban con precisión la galaxia de la Vía Láctea en sus pinturas y artefactos que datan de los años 1077 a 943 a.C.
El astrofísico de la Universidad de Portsmouth, Or Graur, estudió 555 imágenes de sarcófagos que mostraban representaciones de la diosa del cielo egipcia Nut. La deidad era pinada como una mujer con el cuerpo arqueado, el cual estaba lleno de estrellas. “Creo que la curva ondulada representa la Vía Láctea y podría ser una representación de la Gran Grieta: la franja oscura de polvo que corta la banda brillante de luz difusa de la Vía Láctea. Comparar esta representación con una fotografía de la Vía Láctea muestra la marcada similitud”, aseguró Graur.
Esta no es la primera vez que Graur ha investigado este tipo de imágenes. Sin embargo, en esta ocasión se enfocó en una representación particular en el ataúd exterior de Nesitaudjatakhet, en la que se ve “una “curva negra ondulada” que divide el cuerpo de Nut y que Graur propone como representación de la Gran Grieta, una cinta de espacio oscuro que divide la Vía Láctea", reportó la revista Hyperallergic.
Sin embargo, el astrofísico ha sido enfático en decir que la diosa Nut y la Vía Láctea fueron entidades diferentes en la mitología egipcia. “Me interesan las formas en que diferentes culturas del mundo y a lo largo del tiempo han conceptualizado la Vía Láctea y la han incorporado a sus religiones, mitologías y culturas”, declaró Graur a Hyperallergic. “En algunos casos, estas imágenes también se expresan en las artes visuales, como en el Antiguo Egipto, pero también en muchísimas otras culturas”, continuó. “Estas expresiones visuales no solo son hermosas en un sentido estético, sino que también muestran similitudes subyacentes en cómo culturas completamente diferentes visualizan el cielo”.
De acuerdo con Archaeology Magazine, motivos similares se han encontrado en tumbas en el Valle de los Reyes, como en las de Ramsés IV, VI y IX, al igual que en el techo de la tumba de Seti I. Las curvas también se han visto en escenas cosmológicas para hacer énfasis sobre su división en los Libros del Día y la Noche, “donde las figuras arqueadas de Nut se representan adosadas. Como sostiene el Dr. Graur, estas características visuales refuerzan su teoría de que los antiguos egipcios podrían haber vinculado estas curvas con la Vía Láctea”, reportó Archaeology Magazine.