
"Diario de a bordo de un niño astronauta" se publicó el 22 de marzo de 2019. / Cortesía
Siempre le cerraban la puerta en la cara. Le decían que se fuera a dormir o que jugara en otro lado. Que se encerrara en su habitación porque estaban hablando cosas “de grandes”. Los intentos, siempre torpes, de susurrar para que la conversación fuera privada, terminaban en gritos que atravesaban las paredes. Saúl, además de escuchar, entendía. Quería hablar de “esas cosas de grandes que también eran de él, de que eran de grandes pero tenían que ver con él y por eso eran suyas por derecho propio”. Pero al niño de siete años, además de que le...
Por Laura Camila Arévalo Domínguez - Twitter: @lauracamilaad
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