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Ahora que es diciembre
despiertan tambores acá
y allá
Se escuchan sobre fuego ardiente,
bajo el río helado
[Pum, pam]
Suenan,
retumban,
rompen el cielo
[Pum, pam]
Luego caerán las nubes caerán gotas
que se colgarán de los aleros,
de los travesaños y de los balcones,
de los andenes y de los gatos
Unas se aferrarán con fuerza,
otras se lanzarán al vacío en una sola felicidad suicida
Y el golpe contra el suelo se unirá a los tambores
[Pum, pam]
[Clac, clac]
Suenan las caracolas
porque es diciembre,
porque es el final,
Y el vacío…
Y el frío
¿Alguien en casa?
Pregunta una voz
[Clac, clac]
[Clac, clac]
Quizá es un corazón de lata
el que responde
el que muere
“Soy yo misma”
Se contesta la voz
Y por qué no
Intoxiquémonos entonces de soledad,
que la esclavitud aún existe
y vive dentro,
pues no son las enfermedades sino las desdichas
las que degradan,
las que repiten “¿hay alguien en casa?”
Una vez
y otra
y otra.
Ya que es diciembre,
antes de desintegrarnos
abrámonos como cajas
Que el mundo sepa de qué estamos hechos
Que del cielo ya no caigan gotas
sino toda nuestra miseria.
todo nuestro desamor,
todo nuestro vivir y desvivir
Que Pandora nos envidie
y el dolor se adueñe del mundo
Ahora que es diciembre,
vaciémonos
Que no quede nada dentro
Que seamos de madera,
de cartón,
de tierra
Ya que es diciembre,
que caigan gotas sobre nosotros,
que nos rocíen como plantas
[Pum, pam]
[Clac, clac]
Y al ritmo de tambores y caracolas
caminemos de nuevo.