
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Qué es el taller tipográfico La Linterna?
La Linterna es una de las imprentas de aquí de la ciudad de Cali, e incluso de Latinoamérica, que aún sigue vigente y funcionando. Estamos enlazados no solamente con la publicidad de las calles de la ciudad, sino también con el lado más artístico de este oficio.
¿Cuánto tiempo lleva acá?
Llevo más o menos seis años. Arranqué entre 2018 y 2019.
¿Por qué terminó en La Linterna?
Uno de los dueños actuales es mi abuelo Olmedo (Franco). Él me trajo referenciado para que hubiese en la familia una transmisión del conocimiento que él tenía, así que, desde entonces, estoy aquí recibiendo el legado de ellos. Y digo en plural, porque son tres maestros: mi abuelo, Jaime Enrique García y Héctor Otalvaro, y cada uno tiene un rol diferente en el taller, entonces he aprendido un poco de cada uno.
¿Qué diría que significa La Linterna para su familia?
Es un legado muy importante. Ellos llevan más de 40 años trabajando aquí, así que, por ejemplo, cuando La Linterna estuvo en crisis, para ellos fue muy duro. Y no simplemente por un tema laboral, sino que vieron cómo se estaba perdiendo algo que llevaban en el corazón, entonces que nosotros estemos aquí como el relevo de ellos es muy gratificante.
¿Cómo se elaboran los carteles en este taller?
Nosotros muchas veces lanzamos una convocatoria, se escoge a un artista y él envía la obra en digital. Nosotros la intervenimos de manera artesanal por medio de la técnica del lino grabado, que es una de nuestras especialidades, aunque para eso primero es necesario separarla por colores. Una vez finalizado ese proceso, juntamos todo y arrancamos con la impresión. Cada plancha es un color en la máquina, es decir, una pasada en el papel.
Para alguien que no sepa qué es linograbado, ¿cómo la describiría?
Es simplemente pasar una imagen a algo palpable. Es como crear un sello que después se puede usar para poder imprimir las copias.
Ustedes son famosos por usar máquinas muy viejas, pero que siguen funcionando, ¿no es así?
Así es. Una es una prensa tipográfica Reliance, de Nueva York, que es del año 1890. Y la otra es una Maroni francesa de 1870.
¿Conoce su historia?
Sé que antes le pertenecían a un diario llamado “El Relator”, que era un periódico de esa época de Cali, aunque no estoy seguro de en qué momento llegaron a la ciudad. Y bueno, hoy, a pesar de los años, las tenemos funcionando y son donde hacemos todos los afiches.
¿Cómo aprendió a usarlas?
Cuando entré a La Linterna lo hice como aprendiz del maestro Olmedo, y él me fue enseñando poco a poco. Aprendí a acomodar los moldes en la mesa de trabajo, a ajustar los niveles de tinta y demás. Y bueno, el maestro García también puso ahí su granito de arena y me enseñó más sobre el grabado. Entonces todo ha sido un largo recorrido.
Muchas de las piezas de aquí están inspiradas en la cultura caleña, ¿de dónde nació la idea de hacerlas bajo esa idea?
Tenemos una colección en específico que se llama “Váyalo”, que es de salseros, y esa se hace cada año en diciembre. Ahí siempre intentamos que haya un reconocimiento de que Cali es la Sucursal de la salsa y, cuando hacemos esas colaboraciones con artistas, se trata de que haya una transmisión de ese mensaje.
Aparte de todo lo que es para su familia, ¿qué cree que significa este taller para la gente de Cali?
Esta es una joya escondida. Hay muchos caleños, incluida gente de este mismo barrio, que no sabía que esto funcionaba aquí, sino que pensaban que era una bodega o algo por el estilo. Pero ahora que nos hemos dado a conocer mucho más, y que la gente incluso puede venir a ver el proceso de creación de estas piezas, se ha resaltado mucho más nuestro trabajo.
