"Doce paisajes", entre las pinturas más caras del mundo
Por 144 millones de dólares fue vendida en Pekin una serie del pintor Qi Baishi.
REDACCIÓN CULTURA
La serie de 12 cuadros (paisajes) de Qi Baishi (1864-1957) es la obra de arte chino más cara hasta el momento, según el diario China Daily, y se suma a una de las obras más caras del mundo, entre las que también está el Salvator Mundi de Leonardo da Vinci, vendida por 450 millones de dólares.
La venta de la serie de Qi Baishi comenzó en 68 millones de dólares y terminó subastada en un poco más del doble. Se pintó en acuarela en 1925, fue regalada por el artista a un amigo; después tuvo distintos dueños, todos coleccionistas particulares.
La obra de Qi Baishi, cuentan, comenzó cuando tenía 20 años, luego de haberse topado con un libro de pintura. Entonces empezó a pintar retratos y escenas desde su hogar, un hogar de agricultores con serios problemas económicos; dos décadas más tarde se desplazó por toda China. A pesar de que por un tiempo vendió muy poco, obtuvo gran reconocimiento entre pintores contemporáneos. Picasso dijo sobre Qi Baishi: “cuando dibuja un pez, no hay ni un trazo para describir el agua y, sin embargo, se puede ver el río, se puede oler el aroma de sus aguas”.
La política y la sociedad también fueron motivo de su interés -no en vano es conocido como el “artista del pueblo”-, por lo que en 1953 fue nombrado presidente de la Asamblea Popular Nacional y en 1955 galardonado con el Premio Internacional de la Paz.
El nombre del comprador de la serie permanece en secreto.
La serie de 12 cuadros (paisajes) de Qi Baishi (1864-1957) es la obra de arte chino más cara hasta el momento, según el diario China Daily, y se suma a una de las obras más caras del mundo, entre las que también está el Salvator Mundi de Leonardo da Vinci, vendida por 450 millones de dólares.
La venta de la serie de Qi Baishi comenzó en 68 millones de dólares y terminó subastada en un poco más del doble. Se pintó en acuarela en 1925, fue regalada por el artista a un amigo; después tuvo distintos dueños, todos coleccionistas particulares.
La obra de Qi Baishi, cuentan, comenzó cuando tenía 20 años, luego de haberse topado con un libro de pintura. Entonces empezó a pintar retratos y escenas desde su hogar, un hogar de agricultores con serios problemas económicos; dos décadas más tarde se desplazó por toda China. A pesar de que por un tiempo vendió muy poco, obtuvo gran reconocimiento entre pintores contemporáneos. Picasso dijo sobre Qi Baishi: “cuando dibuja un pez, no hay ni un trazo para describir el agua y, sin embargo, se puede ver el río, se puede oler el aroma de sus aguas”.
La política y la sociedad también fueron motivo de su interés -no en vano es conocido como el “artista del pueblo”-, por lo que en 1953 fue nombrado presidente de la Asamblea Popular Nacional y en 1955 galardonado con el Premio Internacional de la Paz.
El nombre del comprador de la serie permanece en secreto.