
Oswaldo César Ardiles, quien como argentino, tuvo que padecer la guerra de Las Malvinas en Inglaterra.
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Con el cuchillo entre los dientes y con una, dos y cinco pizcas de inventiva, con la pelota como si fuera de trapo, con el desparpajo de jugar con el rival y dejarlo tirado en el piso una y otra vez, con la rabia de los muertos que se contaban uno a uno y mil a mil en una lejana guerra de una perdida isla llamada Malvinas, con el odio acumulado por tantos insultos en la calle de tantos ingleses que le decían “animal, go home”, con el dolor de tango de haber sido y no ser y el barrio y el barro de su niñez pegado a los botines, con una...
Por FERNANDO ARAÚJO VÉLEZ
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